Los últimos boletos disponibles se venden a precios exorbitantes que parten de los 28 mil euros y llegan hasta los 50 mil, informó un cable de la agencia italiana ANSA.
Sin embargo, toda la emoción por ver al suizo de 41 años podría desmoronarse ya que fue puesta en duda este martes por uno de sus fisioterapeutas de mayor confianza, Pierre Paganini: “Decidirá a último momento si juega o no”, dijo, tajante, en diálogo con el diario Blink.
“Su problema no es sólo en la rodilla”, dijo Paganini en alusión a la cirugía que se sometió Federer el año pasado en la articulación de su pierna derecha. “Roger evaluaba retirarse desde julio, cuando notó que se cansaba cada vez más cuando aumentaba la intensidad de sus entrenamientos. Disputó muchos partidos en su carrera y sometió a su cuerpo a los máximos esfuerzos”, añadió.
En principio, el propio Federer confirmó que disputaría el torneo con el equipo europeo capitaneado por el sueco Bjorn Borg e integrado también, entre otros, por el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic, los restantes integrantes del denominado “Big Three” que reinó en el circuito en las últimas dos décadas.
Federer ya se encuentra en Londres, donde hace 14 meses salió al ruedo por última vez antes de su prolongada ausencia en el circuito debido a la nueva operación en la rodilla derecha, aquella vez con derrota frente al polaco Hubert Hurkacz en los cuartos de final de Wimbledon, torneo que ganó ocho veces.