La automotriz norteamericana General Motors aspira a poner fin a la producción de autos y camiones a nafta y gasoil para 2035, convirtiendo su nueva flota de vehículos en totalmente eléctrica.
El anuncio hizo volar los títulos de General Motors, que ganaron hasta 7% en Wall Street. “Es importante acelerar hacia un futuro en el que todos los autos que vendamos sean a cero emisiones”, dijo la directora ejecutiva, Mary Barra, al anunciar la ambiciosa iniciativa de GM.
Los vehículos eléctricos representan por el momento un nicho de la industria automotriz global, con solo 5% de las ventas. Uno de los motivos son los costos de producción para las automotrices y, en consecuencia, para los consumidores.
Pero los analistas son optimistas sobre el hecho de que los autos eléctricos son el futuro de la industria de las cuatro ruedas, tras la mayor conciencia sobre la emergencia climática y las normas más estrechas sobre las emisiones.
Según las previsiones de LMC Automotive los vehículos eléctricos representarán solo el 20% de las ventas globales en 2032, mientras RBC Capital las estima en 43% en 2035.
Por el momento el nicho de los autos eléctricos lo domina Tesla, que en 2020 vio aumentar sus ventas 36%, a 499.550 unidades, cerrando por primera vez en sus 18 años de vida un año con utilidades.
El coloso de Elon Musk cerró 2020 con beneficios por 720 millones de dólares, sobre una facturación de 31.500 millones.
También Stellantis, el grupo recién nacido de la fusión Fiat Chrysler (FCA) y PSA (Peugeot-Citroen), prevé importantes inversiones en autos eléctricos y energía más limpia.
EL “FUTURO VERDE” DE GM
El plan de GM para una flota totalmente eléctrica sigue al giro “verde” que imprime a Estados Unidos el nuevo presidente Joe Biden, con una batalla sin cuartel contra el cambio climático pero también un ojo en el mercado laboral.
GM ata su hoja de ruta hacia un “futuro verde” a sus cuentas: durante la transición se mantendrá la rentabilidad, dijo el responsable de sustentabilidad de la empresa, Dane Parker, cuantificando en 27.000 millones de dólares las inversiones de GM en los próximos cinco años, para facilitar el cambio.
Parker subrayó luego que el objetivo fijado por GM depende, al menos en parte, de los incentivos públicos y otras formas de ayuda a los consumidores para la compra de autos eléctricos.
“Pueden ayudar a superar el obstáculo inicial del costo y también los temores sobre las infraestructuras de recarga”, explicó.
General Motors apunta a ser un ejemplo para la industria: “Creemos poder alentar a los demás a seguirnos -dijo Barra- y tener así un impacto en la industria y la economía”.
Fuente: ANSA.