Hasta hace algunos meses, tener Google Glass era un privilegio de unos pocos, no solo por su costo elevado, sino porque era imposible adquirirlos sin que Google haya elegido al posible dueño.
Un mes atrás, Google decidió habilitar por un día –y solo para residentes de Estados Unidos- la venta de Glass sin ninguna restricción. Un mes después, Google vuelve a ponerlos a disposición de los que deseen comprarlo y esta vez sin fecha límite.
Las únicas dos restricciones que hay actualmente son que solo está a la venta para residentes de Estados Unidos y que su valor asciende a US$ 1.500, un costo notablemente elevado para un wearable.
Lo que sucede es que lo que está vendiendo Google no es solamente el hardware sino el acceso a esta plataforma en desarrollo, que además de ser novedosa promete una visión diferente en relación a los wearables.
Según IHS, el costo para fabricar Glass es de US$ 152.47, mientras que otra compañía –Teardown.com- estimó que los materiales y fabricación sumaban aún menos, estimándolo en US$ 79.78.
Desde Google no confirman cual es el costo del hardware, pero saben que la inversión más grande está dada en software, investigación y todo el trabajo que el gigante viene realizando sobre este producto futurista.
Lo cierto es que a pesar que ahora ya es posible adquirir Glass sin tantas restricciones, el precio seguirá siendo una limitante, aunque cuando Google decida ofrecerlo ya de manera comercial, seguramente pondrá un valor mucho más accesible, si quiere que Glass esté frente a los ojos de todos.