Gustavo Barros Schelotto: “Por mi cabeza pasa dirigir en algún momento Central”

El ex jugador Canalla, quién dirige junto a su hermano Guillermo a Los Ángeles Galaxy de la MLS, habló sobre sus deseos de tener un paso por Rosario como técnico.

Gustavo Barros Schelotto estuvo siempre tras el éxito del hermano, pero a Rosario Central llegó solo y dejó una buena imagen que, al día de hoy y respetando que hay un entrenador a cargo, lo seduce para una experiencia como técnico.

El mellizo Gustavo charló con “Zapping Sport” y reveló sus deseos: “Por mi cabeza pasa dirigir en algún momento Central, uno cuando es entrenador sobre todo nos gusta dirigir por los clubes que pasó y dónde siente un cariño muy grande. Para cualquier entrenador es un desafío dirigir Rosario Central. Con Gregorio Pérez tuvimos la chance en el 2009 pero terminó arreglando Alfaro”.

El nacido en el Lobo platense no olvida su paso como jugador en el Canalla: “Estuve dos años en el club y me sentí muy bien, cómodo y querido por la gente, me encontré con una institución sensacional y cada vez que he ido como entrenador noté lo que es jugar en el Gigante. Siempre se acerca gente con la que tuve algún vínculo, es una ciudad que me trató muy bien y me abrió las puertas, me siento identificado con la gente de Central”.

No dejó pasar el momento para analizar rápidamente la actualidad Auriazul: “Los últimos años el club tuvo buenas campañas, cuando me tocó ir con Boca o Lanús como entrenador fueron partidos muy vibrantes”. Y volvió a recalcar “Nunca hubo una oportunidad concreta más allá de lo que salió en los medios”.

Mientras tanto se prepara para enfrentar con Los Ángeles Galaxy un torneo en Orlando: “Hay estados que a partir del jueves están practicando normalmente y hay otros que lo tienen que hacer bajo protocolo, estamos esperando el sorteo de mañana y ver que día vamos a viajar a Orlando para un torneo que es un poco atípico pero dadas las circunstancias nos sirve para ponernos bien y después enfrentar la Copa MLS”.

EN PANDEMIA

“En California no hubo una cuarentena absoluta, había medidas de seguridad y uno podía salir a la calle a realizar la actividad que quisiera, pero al principio se cerraron negocios, solo abrían los esenciales y la gente por temor se aisló y había poco movimiento. La parte del fútbol fue más compleja porque nunca se paró todo un equipo dos o tres meses” describió sobre la situación del COVID-19 en Estados Unidos.

Los protocolos son exigentes “En el vestuario solo pueden ingresar de a diez jugadores, por suerte tenemos varios, hay muchas medidas de seguridad que vamos a tener que respetar y cuando la comunican ahí toma uno real dimensión del problema aunque basta con mirar los números de muertos e infectados”.