Hablar más de impuestos que de atraso cambiario

Por Leonardo Piazza

El presidente planteó que un dólar real más bajo que el histórico es consistente porque hay condiciones muy diferentes a las del pasado. Para ello se apoya en argumentos sólidos. Pero también hay evidencia de factores que reducen la competitividad respecto al pasado, como el aumento de impuestos distorsivos.

En un artículo periodístico el presidente Milei cuestionó a los economistas por reiterar alertas sobre el atraso cambiario. El principal argumento es que comparar el nivel actual del tipo de cambio con el promedio histórico o con algún momento en particular es un planteo incorrecto ya que las condiciones actuales son muy diferentes a las del pasado. Con énfasis señala que, a diferencia del pasado, en la actualidad hay equilibrio fiscal y el sector de hidrocarburos y minería tienen un enorme potencial generador de divisas. Esto justificaría un dólar más barato.

Una de las comparaciones que se usa es con la convertibilidad. El presidente señala que el tipo de cambio real actual es similar al de los ’90, pero tener superávit fiscal y los potenciales dólares de los proyectos de petróleo, gas, litio y cobre le dan al tipo de cambio actual mayor sostenibilidad que en la época de la convertibilidad.

La pregunta que cabe hacerse es cuáles son otras condiciones que diferencian del pasado la competitividad, como pueden ser –por ejemplo– los impuestos.En este sentido, según datos del Ministerio de Economía se observa que:

  • El impuesto al Cheque en los ’90 no existía, en el 2024 generó1,6% del PBI.
  • Los Derechos de Exportación en la década de los ’90 representaban el 0,01% del PBI, mientras que en el 2024 pusieron una presión impositiva de 1% del PBI.
  • Con Ingresos Brutos las provincias recaudaban en la década de los ’90 el 2% del PBI, mientras que en el 2024 recaudaron el 4% del PBI.

Estos datos muestran que, en términos de impuestos distorsivos, que son los que destruyen la competitividad, la década de los ’90 fue muy diferente a la actual. En la convertibilidad no había impuesto al Cheque y prácticamente tampoco Derechos de Exportación. El impuesto a los Ingresos Brutos provinciales imponía una presión impositiva que era la mitad de la actual. Además, en la década de los ‘90 no existían los sistemas de retenciones y percepciones de Ingresos Brutos que generan alta burocracia e inseguridad jurídica. A esto hay que agregarle el impuesto a los Sellos y el vertiginoso crecimiento de las tasas municipales de industria y comercio con impactos más distorsivos que Ingresos Brutos.

Así como hay factores que diferencian positivamente la situación actual respecto al pasado, hay otros que afectan negativamente. Uno particularmente importante desde el punto de vista de la competitividad de la producción nacional son los impuestos distorsivos. Claramente, en las últimas décadas la mala política tributaria viene erosionando la competitividad ya que es muy difícil exportar o competir con producto extranjeros pagando impuestos al Cheque, Derechos de Exportación, Ingresos Brutos, Sellos y tasas municipales.

La pérdida de competitividad derivada de los malos impuestos no se resuelve con una devaluación sino eliminando esos impuestos. El gobierno plantea una reducción gradual de impuestos en la medida que se compense con bajas de gastos para preservar el equilibrio fiscal. La debilidad de la estrategia es que la eliminación de impuestos distorsivos será a un ritmo demasiado lento para el que necesita la producción nacional. Un ejemplo muy ilustrativo es la reciente reducción de Derechos de Exportación. Para el Estado implica un esfuerzo importante de austeridad a fin demantener el equilibrio fiscal.Para los sectores agropecuarios el esfuerzo del gobierno es un alivio insuficiente.

Por eso, hay que avanzar en la baja de la presión impositiva haciendo que los impuestos más neutrales absorban a los impuestos más distorsivos. Por ejemplo, que el IVA absorba a Ingresos Brutos y tasas municipales. Solo de esta manera es posible eliminar los dos impuestos más distorsivos que destruyen la competitividad de la producción nacional.Como plantea el presidente Milei, no es conducente insistir con el atraso cambiario. Lo pertinente es hablar y trabajar en rever los factores que quitan competitividad a la producción nacional, como son los impuestos distorsivos.

Fuente: IDESA.org

Tags: baja de impuestos impuestos distorsivos



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