A pocos días de culminar 2009, IMPULSO entrevistó al presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (AEHGAR), para realizar un balance del año que se termina y de las perspectivas que tiene el sector para el año del Bicentenario de la Argentina.
Cerrando el año 2009, ¿cuál es el balance que puede hacerse de la actividad?
Fue un año muy difícil, que arrancó con el tema del campo, lo que significó una baja muy importante en las ventas y luego se sumó la gripe A, una pandemia que nos tuvo durante 45 días con una facturación muy baja. Sin embargo, notamos que a partir de setiembre comenzó una curva ascendente con un buen posicionamiento del sector en estos últimos meses. Si bien la demanda se colocó en un marco no del todo satisfactorio, podemos decir que las perspectivas son positivas.
¿Qué ocurrió con el rubro hotelero, teniendo en cuenta que fue uno de los más afectado por la Gripe A?
El análisis que hacemos es que en 2009 bajó el nivel de ocupación. En estos últimos dos años, el porcentaje varió entre el 55 y 62 por ciento, mientras en 2007 el nivel de ocupación anual fue del 68 al 70 %.
En materia gastronómica, ¿cuál es el balance que se hace entre cierre y apertura de locales?
Este año hubo un punto de equilibrio. Si bien hay muchos restaurantes que abrieron sus puertas por primera vez, en muchos casos solo se trató de un cambio de manos. Muchos comercios cambiaron de nombre o de titulares y, en otros casos, varió el formato del negocio. Por ejemplo, algunos restaurantes se convirtieron en resto bares o cervecerías.
¿Se podría decir que hubo una mudanza masiva hacia otras zonas de la ciudad, debido al aumento de los alquileres?
Si bien hay una gran concentración en la zona de avenida Pellegrini, por estos días los locales más buscados están en el barrio de Pichincha, donde hay un equilibrio en el precio de los alquileres y el hecho de que esta zona se haya constituido como un corredor turístico con ofertas de todo tipo.
¿Cómo se ubica el nivel de facturación con respecto a diciembre del año pasado?
Durante este mes, estamos al mismo nivel de reserva y facturación que en diciembre de 2008. Hay una cantidad importante de reservas para el 31, que se mantiene en los mismos números que en diciembre del año pasado. Con respecto a las despedidas de las empresas, notamos que este año se ha optado por otros mecanismos y alternativas a los restaurantes, como las reuniones al aire libre o en otros ámbitos.
¿Cuáles son las perspectivas que se tienen del rubro gastronómico para el año 2010?
Teniendo en cuenta que para el 2010 habrá una reactivación de la economía, seguramente aumentará el nivel de facturación. Sin embargo, esperemos que esta mejora en los niveles de ingreso, no venga acompañada de un marco inflacionario.
Ésta es una variable de ajuste más que importante para aquellos que tenemos locales con venta día a día, porque se repone la mercadería con un costo mayor y el acto reflejo es trasladar ese incremento al consumidor, aunque no de manera inmediata. Además, al haber una demanda mayor, suben los precios.
En 2009 no hubo un marco inflacionario dentro del rubro gastronómico porque no hubo ventas. Los restaurantes tuvieron que mantener sus precios, a pesar de la suba en los insumos, para amortiguar la inflación.
Teniendo en cuenta que la apertura del casino de Rosario y la realización en 2010 de un gran número de ferias y congresos atraerá una gran cantidad de visitantes a la ciudad, ¿cree que habrá nuevas aperturas e inversiones en materia hotelero gastronómica?
En lo que respecta al rubro gastronómico no tenemos cuantificado ni podemos saber que ocurrirá, ya que son negocios que se definen en un mes. En cambio, con respecto a los emprendimientos hoteleros contamos con datos más concretos. A la actual oferta, se sumará el hotel que abrirá frente al casino y algunos emprendimientos que se constituirían como apart hotel.