Kantar Ibope Media está cumpliendo 30 años trabajando en Argentina y hacía casi 20 que no medía lo que ocurre entre audiencias y medios en este punto del mundo. En dos décadas, tanto la pintura de radios como el paisaje de oyentes se transformaron y se reinventaron para esta nueva fotografía; sin embargo hay un amor sobreviviente y cómplice de las nuevas tecnologías que aún sigue existiendo de un lado y de otro.
“Más de un millón de habitantes”, decimos los rosarinos cuando nos preguntan cuántos somos aún cuando no lo sabemos a ciencia cierta. Lo que sí sabemos es que Rosario es una ciudad muy grande y con mucha historia.
Pero según datos de Wikipedia, que nos estima en casi 1.400.000 habitantes (un preliminar del censo último), el 68% de la ciudad somos 952.000 rosarinos, rosarinas y un largo etcétera los que escuchamos radio diariamente. “Si bien continúa prevaleciendo la escucha tradicional en el hogar y en el aparato común de radio, en promedio los rosarinos escuchan radio en aproximadamente 2 lugares y 2 dispositivos”, dice IBOPE.
En el auto (47%) los rosarinos escuchamos mucho la radio (cada vez más) pero todavía seguimos escuchándola en casa (61%) ya sea antes de salir, sea en el corte laboral o porque trabajamos o estamos en casa; y mayoritariamente escuchamos radio en una radio común (52%) de las que se enchufan o llevan pilas. También escuchamos en el teléfono (25%) y en nuestros trabajos (29%), pero los números dicen que nuestras casas y departamentos aún siguen respirando la compañía de la radio.
“El volumen total de consumo de radio es alto en Rosario”, continúa el informe de IBOPE. “De lunes a domingo el mayor nivel de encendido ocurre entre 9 de la mañana y las 5 de la tarde, con un pico máximo de audiencia entre las 10 y las 11 de la mañana”, detalla. En esa franja horaria específica, la ciudad escucha principalmente dos FM: VIDA (12.5%) y RADIO BOING (4.39%). Debajo, muy cerca, aparece la AM de Televisión Litoral, RADIO DOS (3.45%), seguida de Frecuencia Plus (2.59%) de FM y luego LT8 (%) de Amplitud Modulada.
El vínculo entre la radio y las audiencias es algo que se construye en el tiempo y pone en juego una variedad hermosa de factores: hay quiénes escuchan por afecto, para sentirse acompañados y hasta quiénes lo hacen por hábito diario, tal vez más distantes pero nobles y constantes. Como sea, luego de 19 años Rosario volvió a tener números frescos donde poder mirarse y entenderse entre protagonistas de un fenómeno que no claudica: hacer y escuchar la radio. El informe de IBOPE es alentador para quiénes cobijan el amor por la radio, en ambas direcciones.
“El perfil de la audiencia de radio en Rosario es masivo y equilibrado tanto por género, edad y nivel socioeconómico. Se destaca especialmente por su amplia llegada a jóvenes, adultos-jóvenes y adultos de manera similar”, describe KANTAR IBOPE en el trabajo que realizó durante dos meses en la ciudad. Y concluye, antes de pasar a los números: “La radio en Rosario es un medio tradigital de gran impacto, muy presente en la vida cotidiana de los rosarinos”.
LOS NÚMEROS
A la radio la escuchan rosarinos y rosarinas que tienen entre 12 y 74 años casi de la misma manera. Algunos escuchan más música, otros más humor y compañía humana, y otros un poco de cada cosa.
Dirán algunos que no hay hoja de cálculos que pueda medir el afecto que sienten por esas personas que hablan en la radio con la que crecieron, y es cierto; otros se sentirán orgullosos de saber que el programa que escuchan ha crecido y más personas lo comparten. Habrá quiénes se saben y se sienten a gusto en un espacio menos masivo pero donde se están a gusto. A los y las oyentes de radio se le debe todo, sea mucho o sea poco. La cuantificación, por supuesto necesaria para construir y hacer crecer una empresa de medios, es un camino que crece con otros actores y con otras aventuras no menos apasionante.
Así están y se posicionan los amores de radio de los rosarinos y rosarinas:
A nosotros, a los que escuchamos la radio porque nos informa, nos hace reír o nos hace compañía, nos queda saber que somos casi 1.000.000 de personas la mayoría del tiempo anónimas, que nos cruzamos en las esquinas de la ciudad sospechándonos solitarios, pero que de ninguna manera estamos solos. Pasan y llegan aparatos del futuro que adoptamos y añadimos a nuestras vidas, y entre ellos está la radio que se enmaraña y se encapricha en reinventarse como si no quisiera dejarnos ir. La radio sabe que no estamos yendo a ningún lado, porque lo que más disfrutamos es estar. Y nada mejor que escuchar esas vocecitas en el mientras tanto de nuestras vidas.