Se trata de Casa Mía, que está ubicada en Santo Tomé. Entrevista exclusiva con su creador
Un proyecto privado para la construcción de una vivienda mínima que finalizó recientemente en Santo Tomé podría replicarse en otros terrenos y ser una alternativa válida para la casa propia, con una inversión mucho menor.
El proyecto, que se terminó de construir hace pocos días, es un prototipo de vivienda mínima hecho con materiales resistentes y algunas piezas recicladas que se caracteriza por la utilización al máximo de todos los materiales. De hecho, el proyecto arquitectónico prevé las medidas adecuadas para que ningún material se descarte.
Esta iniciativa de vivienda mínima requiere una inversión que no alcanza el 50 por ciento de lo que demanda la construcción de una casa tradicional y, en cambio, ofrece las mismas prestaciones; por lo cual podría replicarse en cualquier terreno y ser una alternativa válida para una importante porción de la población que ve truncada la posibilidad de construir debido al alto costo de los materiales y mano de obra.
El responsable del emprendimiento es el arquitecto Matías Pons Estel, quien le aseguró en diálogo privado con IMPULSO que “se llegó a este diseño por una cuestión económica y el diseño estuvo pensado para recuperar todos los materiales que en cualquier obra se tiran”.
Asimismo, otro de los puntos clave del proyecto es que está pensado para ser ampliado y añadirle varios dormitorios como también agrandar el estar-comedor. Finalmente, hay un detalle importante a destacar. El pliego de arquitectura está pensado para que lo pueda llevar a cabo cualquier persona y ahorrar de esa manera los costos de la mano de obra especializada.
En este caso, el proyecto se denomina Casa Mía, está ubicado en la localidad de Santo Tomé, al sur de Santa Fe, pero se trata de un modelo constructivo que podría replicarse en cualquier terreno. De hecho, el propio impulsor le aseguró a IMPULSO que recibió propuestas para llevar adelante emprendimientos similares en distintos barrios de la capital.
Casa Mía tiene 36 metros cuadrados, y está preparado desarrollado, en principio, al estilo de un departamento monoambiente, pero con la opción de sumarle otros ambientes.
Imágenes: Cortesía Federico Cairoli
Imágenes: Cortesía Federico Cairoli