Imágenes, huellas y la palma de la mano, podrían reemplazar a las * contraseñas *

El uso de passwords es cada vez más frecuente, al igual que el olvido de las mismas. IMPULSO analiza las nuevas formas de autenticarse
Correos electrónicos, redes sociales, bancos, alarmas, servicios en la nube, películas en línea y la lista puede continuar en todos lugares que a diario debemos escribir contraseñas, algunas con exigencias diferentes, desde iniciar con un número, incluir mayúsculas y minúsculas, superar cierta cantidad de caracteres y hasta obligatoriamente elegir una nueva cada cierto periodo de tiempo.
Las compañías buscan formas de reemplazar las contraseñas, y si bien no es demasiado nuevo, algunos métodos están logrando aparecer por distintos frentes, y podrían ayudar en el futuro a simplificar nuestras vidas virtuales, que cada vez se fusionan más con la vida cotidiana.
En cuestión de hardware, los lectores de huellas digitales son cada vez más comunes, y muchas laptops utilizan este método (Lenovo es una de las compañías que más lo aplica) facilitando la autenticación, sin necesidad de escribir una contraseña.
Ahora Fujitsu se encuentra probando un prototipo de lector de la palma de mano, que rápidamente detecta al usuario y también permite autenticarlo, una tecnología que podría crecer y aplicarse en breve.
A través de las cámaras, algunas computadoras y teléfonos móviles ofrecen la detección de rostro, y si bien esto no es tan preciso, puede ser útil en buenas condiciones de luz, según la función requerida.
Otro método, que se popularizará en breve con la llegada de Windows 8, es la contraseña a través de imágenes. El nuevo sistema operativo de Microsoft ofrecerá -además de la clásica contraseña- una nueva forma de autenticarse, eligiendo una imagen y a través de un patrón de tres pasos sobre la imagen, acceder al sistema operativo.
Aquí una demostración de Windows 8 y como crear e iniciar sesión a través de imagen:


Las contraseñas tradicionales seguirán vigentes, pero nuevos métodos buscan ganar popularidad, aunque el tiempo será quien decida cual gana mayor popularidad.