La Municipalidad de Rosario y el Mercado de Concentración de Fisherton trabajan de manera articulada con el doble objetivo de reducir y a la vez aprovechar los residuos que este último genera a diario.
Se trata de una iniciativa de suma importancia dado que el 85% de lo generado en el establecimiento corresponde a la fracción orgánica.
“Consolidar esta iniciativa es un paso muy importante. El Mercado está dentro de los 50 grandes generadores con los que trabaja el municipio. Son empresas o entidades que requieren una gestión diferenciada de sus residuos por el gran volumen de desechos que generan”, expresó el secretario de Ambiente y Espacio Público, Diego Leone.
Para la implementación del proyecto, el municipio, a través de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público, organizó capacitaciones sobre la importancia de minimizar la generación de residuos y promover la separación de los mismos.
Por su parte, el Mercado incorporó equipamiento para mejorar la calidad del contenido orgánico desechado y poder diferenciar la fracción orgánica del resto: los puestos de productores de frutas y verduras cuentan con un contenedor para cada tipo de residuo.
El caso del Mercado es emblemático ya que genera más de 100 toneladas al mes. Obtener orgánico puro facilita el tratamiento en la Planta de Compostaje, permite producir compost de calidad y utilizarlo en diferentes espacios parques y plazas de la ciudad.
Cabe destacar que esta iniciativa forma parte del proyecto que el municipio envió al Concejo para reducir los residuos urbanos y se da en el marco de las acciones que el Ejecutivo local implementa para luchar contra el cambio climático. Reducir los residuos sólidos urbanos es uno de los ejes de mitigación del Plan Local de Acción Climática Rosario 2030 presentado por el intendente Pablo Javkin en diciembre del año pasado.
Sobre los residuos orgánicos
La fracción orgánica está compuesta principalmente por cáscaras de frutas, verduras, sobras de carne, pescado, pollo, servilletas de papel sucias, yerba, café, saquitos de té, pan, y alimentos en mal estado.
Por su parte, los restos son pañales, apósitos, gasas y algodones, envoltorios de galletitas o de comidas sucios, golosinas y colillas de cigarrillos entre otros.
La diferencia entre ambas fracciones radica en que los residuos orgánicos pueden ser procesados y convertidos en compost, mientras que no es posible reutilizar los restos.