El porcentaje de familias que se consideran parte de la clase media en Argentina disminuyó significativamente, alcanzando mínimos históricos. Este fenómeno se debe principalmente al fuerte aumento de la inflación y al creciente costo de vida, que han erosionado el poder adquisitivo de las familias. Con una inflación acumulada que supera el 270% anual y un incremento sostenido en los precios de bienes y servicios esenciales, muchas familias que antes se ubicaban dentro de la clase media ahora se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica.
La situación es tan crítica que, en algunos casos, incluso las familias que superan el umbral de ingresos considerado como clase media luchan por mantener su nivel de vida debido al alto porcentaje de sus ingresos que deben destinar a cubrir necesidades básicas
En Argentina, el promedio de ingresos familiares para pertenecer a distintos estratos sociales varía considerablemente. Para el sector de clase alta (ABC1), se requiere un ingreso promedio de casi $5 millones ($5.132.448) al mes. Para la clase media alta, el umbral se establece en $1.760.092, mientras que la clase media baja necesita un ingreso de al menos $ 881.748. Por otro lado, la clase baja se define con un ingreso promedio de $ 641.644, aunque el promedio dentro de esta categoría ronda los $330.189 mensuales.
Además, la línea de pobreza se calculó en $828.157 para una familia tipo. Este cálculo se basa en diferentes parámetros, incluyendo los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, el RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, y el tipo de cambio blue promedio de abril/mayo.
El ingreso necesario para pertenecer a la clase media se ha definido como 1,25 veces el valor promedio de la Canasta Básica Total. Para una mejor comprensión, una familia tipo en este contexto se refiere a un hogar compuesto por dos adultos y dos menores.
La economía de las familias de clase media en Argentina ha enfrentado grandes desafíos en los últimos años. Según estimaciones basadas en los datos de ingresos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), en 2016 la clase media representaba aproximadamente el 48% de la población. Sin embargo, debido a la creciente inflación, el aumento del costo de vida y la depreciación del poder adquisitivo, la clase media ha experimentado un notable deterioro. Este declive ha llevado a que, en el primer trimestre de 2024, solo el 31% de la población se considere parte de la clase media, lo que refleja una disminución significativa en comparación con años anteriores
¿Qué provocó esta caída en la clase media?
El deterioro de la clase media en Argentina es un fenómeno complejo que se debe a una serie de factores interrelacionados, con la inflación como principal motor de esta caída. En 2023, la inflación anual alcanzó el 118%, rompiendo récords históricos y reduciendo drásticamente el poder adquisitivo de las familias de clase media. Como la medición de las clases sociales se basa en los ingresos, la inflación, al crecer a un ritmo superior al de los salarios, ha debilitado la capacidad económica de este sector.
La clase media argentina está compuesta en su mayoría por trabajadores formales, que constituyen aproximadamente el 82%, según datos de la EPH del primer trimestre de 2024. A pesar de contar con instancias de negociación salarial, los trabajadores no han sido inmunes al impacto negativo de la inflación. Los salarios en el sector formal crecieron un 214% interanual hasta marzo de 2024, un aumento insuficiente para contrarrestar una inflación del 288% en el mismo período, dejando a muchas familias de clase media en una situación económica más precaria. La situación es aún más difícil para el 18% de la clase media que trabaja en la informalidad, cuyos ingresos solo aumentaron un 129% en el mismo lapso, quedando mucho más rezagados frente a la inflación.
Además, la corrección de precios implementada por el gobierno en 2024 ha afectado directamente a la clase media. Esta corrección incluyó la reducción de subsidios clave, como los destinados a la electricidad, el transporte y otros servicios públicos esenciales, que son fundamentales para el presupuesto de muchos hogares de clase media. Estos subsidios, que durante años ayudaron a mitigar el impacto del aumento del costo de vida, se redujeron en un 13% durante el primer semestre de 2024, dejando a muchas familias expuestas a mayores costos en un contexto de alta inflación.
¿Cómo se recupera la clase media?
Para revertir el deterioro de la clase media en Argentina, es esencial primero establecer una macroeconomía estable y fomentar un crecimiento económico continuo. Sin un aumento en el PIB per cápita, será imposible redistribuir la riqueza de manera efectiva, y la clase media continuará en declive.
El éxito en este objetivo depende de la implementación de reformas estructurales profundas que aborden las causas subyacentes de la crisis económica. Estas reformas deben centrarse en asegurar la estabilidad macroeconómica para crear un entorno propicio para el crecimiento económico. Esto incluye mejorar el clima de negocios, atraer inversiones y desarrollar sectores clave, así como realizar una reforma fiscal que simplifique el sistema impositivo y promueva la formalización del empleo.
Fuente: LP CONSULTING