La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, dijo que unos 200 migrantes estaban hacinados en un barco de 20 metros de largo que navegaba en malas condiciones climáticas. En un comunicado, Meloni expresó su “profundo dolor” y manifestó que era “criminal mandar al mar una embarcación de apenas 20 metros con 200 personas a bordo y con un mal pronóstico del tiempo”.
Más de 40 migrantes que buscaban llegar a Europa, entre ellos un bebé, murieron cuando una embarcación atestada de personas chocó con arrecifes rocosos frente a las costas del sur de Italia en horas de la madrugada, informaron autoridades.
La Guardia Costera italiana dijo que 80 personas fueron rescatadas con vida, algunas de las cuales lograron alcanzar la orilla, y que se hallaron 43 cadáveres tras el naufragio, ocurrido en la región de Calabria, cerca de la ciudad de Crotone, en el mar Jónico.
La televisión estatal italiana RAI dijo más tarde que los cadáveres de 45 personas habían sido llevados a un estadio deportivo de Crotone. Hubo distintas estimaciones de la cantidad de gente que iba en el barco. Desde la cercana localidad de Steccato di Cutro, la cadena RAI citó a sobrevivientes que dijeron que la nave había zarpado de Turquía hacía cinco días con más de 200 pasajeros.