Javkin: “200 años más tarde, estamos más juntos que nunca”

En el acto central del Día de la Bandera, el intendente destacó la impronta belgraniana, reivindicó la figura de María Catalina Echevarría e hizo hincapié en la unión de la ciudad.

El intendente Pablo Javkin, que junto al gobernador Omar Perotti y al presidente Alberto Fernández encabezó el acto central del Día de la Bandera, recordó que “hace 200 años se fue un hombre que encarnó el fervor de la revolución cuando fue preciso y la calma de la paz cuando hizo falta”, en alusión al General Belgrano, y remarcó que fue “un argentino que enarboló como ningún otro una idea y una palabra que nos sigue haciendo falta: unión”.

Tanto la pensó que la hizo su bandera y nos la regaló a todos. Aquel pedacito de cielo que flamea allá arriba es eso, un símbolo de unión”, dijo, y agregó que Belgrano fue un “hombre apasionado, rebelde, culto, honesto”. Además, manifestó: “Fue un visionario, que vio en la educación el arma definitiva contra la esclavitud de los pueblos”.

El hombre creó una Bandera y ordenó izarla por primera vez acá. A los rosarinos, que no tenemos fundación, nos gusta pensar que ese fue un poco nuestro primer día, que mientras el paño subía también nos construía, bajo la luz de la unión, señaló el titular del Ejecutivo local, y resaltó: Rosario es una ciudad de gente buena y trabajadora que se brinda a la Nación con la fuerza del trabajo y el talento de su gente. A Rosario la cuidan la bandera y dos baterías, la Libertad y la Independencia. A Rosario la abraza aquel hombre. Rosario es una ciudad de unión”, señaló el mandatario.

Por otro lado, revalorizó la figura de María Catalina Echevarría y sostuvo que “es hora que la honremos, que la pongamos en su justo lugar. “Sin ella, sin sus manos y su voluntad, no hubiésemos tenido nada”, indicó Javkin al recordar a la mujer que confeccionó la primera bandera que Belgrano izó a orillas del Paraná el 27 de febrero de 1812.

Creo que todos y todas vamos a recordar este 20 de junio de 2020 como el del Bicentenario de la ida de nuestro gran hombre, y también el de la incertidumbre, la boca cubierta y la distancia social. Por eso es que su legado se vuelve más y más enorme. El hombre amaba la ciencia y es a ella a quién recurrimos hoy en búsqueda de un nuevo mañana”, añadió.

Javkin mencionó que Belgrano murió “pobre y casi solo”, aunque aclaró que eso “no importa demasiado”.  “Su verdadera riqueza no se midió en tierras o en cortesanos, sino en el legado. 200 años más tarde, a metros de donde nos dio bandera, parados en el medio de un monumento que le rinde homenaje a su creación, estamos más juntos que nunca. Y si estamos unidos es un poco por nosotros, pero sobre todo es por él, afirmó.