La decisión de dejar los escenarios en el marco de la gira mundial “El vicio de cantar 1956-2022”, fue tomada “por un sentimiento más que por una razón”, pero que seguirá haciendo lo que más le gusta hacer en la vida, “que es estar vivo”.
“Han sido dos años largos duros con grandes pérdidas y con mucho tiempo de reflexión, he pensado que todo es muy frágil y que está bien: antes que me reitre una pandemia como me tenía retirado, antes que me retire el tiempo o que me retire la gente, me retiro yo; pero me retiro de subirme a los escenarios, no de vivir”, dijo Serrat esta charla exclusiva para Latinoamérica.
El popular y reconocido artista de la canción iberoamericana hará su escala en Argentina con dos shows que tendrán lugar en el Movistar Arena del barrio porteño de Villa Crespo el 19 y 20 de noviembre del año próximo, este último se agregó hoy a debido a que prácticamente se agotaron la entradas del primero, según anunciaron en el mismo programa.
“Retirarme a los 79 años es una buena edad, es una buena elección”, agregó acerca de esta decisión el autor de clásicos como “Sinceramente tuyo” y “Lucía”, quien el 2 de diciembre pasado anunció que esta manera de retirarse de las presentaciones en vivo le permitiría decirle adiós a su público “en persona”.
Con una sonrisa y ante un Rozín conmovido, el artista habló del significado que tuvo para él la primera guitarra comprada con esfuerzo por su padre, a la que recordó como “un regalo maravilloso de un hombre que no sabía a dónde iba a conducirme todo eso”, y acerca oficio de hacer canciones, entre otras cuestiones.
“Haciendo canciones yo he podido explicarme, comunicarme con los demás, he podido desarrollar un oficio, que me ha permitido viajar y reconocer que la homogeneidad de la especie humana es muy grande, he aprendido que todos sangramos por las mismas heridas y la sangre es del mismo color”, dijo Serrat, quien recibió mensajes afectuosos del público al que acompañó a través de los años.
Y agregó: “Soy incapaz de desarrollar en una canción algo autobiográfico, en mis canciones hay algo de realidad y mucho de fantasía, el autor inventa y hace florituras”.
En el marco de un clima cargado de emoción, Rozín -conductor, productor y periodista rosarino- presentó un video que envió el músico argentino Ricardo Mollo (Divididos) cantando con su guitarra una poderosa versión de la emblemática canción “Conversando con la verdad y el tiempo”, en el que le dice a Serrat; “Juanito, espero que sea una broma esto de que te vas a retirar”
El catalán de 77 años comenzará su gira de despedida el 27 de abril del año próximo en el Beacon Theatre de Nueva York, y que prevé finalizar el 23 de diciembre en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Su paso por Argentina en esa sucesión de conciertos era esperable para un artista que a lo largo de sus más de cincuenta años de carrera forjó un lazo cercano con las audiencias nacionales y con el país, que según comentó en una entrevista con Télam en 2019 -de cara a su llegada junto a Joaquín Sabina para estrenar el espectáculo “No hay dos sin tres”- tuvo un lugar relevante en su vida artística y personal desde 1969.
“Me alojé en el hotel Alvear que estaba en ruinas y donde jugaba al fútbol en los pasillos. Fueron años de la huelga Sitrac-Siam, del Cordobazo, de una revolución en la universidad y en las fábricas donde la gente se sentía sino dueña, partícipe del futuro y aquello a un joven que venía de un país oscuro donde la dictadura lo tapaba todo y estaba todo prohibido, le generó un deslumbramiento”, reveló en ese momento.
Fuente: Télam