Joe Biden asumió la presidencia de los Estados Unidos

El partido Demócrata vuelve a hacerse cargo del poder luego de los cuatro años de Donald Trump al frente de la Casa Blanca. Kamala Harris será su vicepresidenta, la primera mujer en ocupar ese lugar en la escala de poder de la mayor potencia mundial.

Joe Biden asumió este miércoles como presidente de Estados Unidos con un discurso de unidad nacional, reconciliación y esperanza; mientras su vicepresidenta, Kamala Harris se convirtió en la primera mujer negra y de ascendencia asiática en ocupar ese cargo en una ceremonia de investidura marcada por el recuerdo aún vivo del ataque al Capitolio y la ausencia del exmandatario Donald Trump.

Entre los dirigentes presentes se destacaban los expresidentes Barack Obama, Bill Clinton y George W. Bush con sus respectivas parejas, Michelle Obama, la excandidata presidencial Hillary Clinton y Laura Bush; el vicepresidente saliente, Mike Pence, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell y el senador demócrata y exprecandidato presidencial, Bernie Sanders.

EL DISCURSO

“Este es el día de la democracia, un día histórico y de esperanza de renovación y de resolución. Estados Unidos fue puesto a prueba y estuvo a la altura del desafío. Hoy celebramos el triunfo, no de un candidato, sino de una causa, la causa de la democracia”, aseguró Biden en el discurso de inauguración de su mandato.

“La voluntad del pueblo fue escuchada y la voluntad del pueblo fue tenida en cuenta. Aprendimos que la democracia es preciosa. La democracia es frágil y, hoy amigos, la democracia prevaleció”, agregó.

Biden, quien pidió tolerancia y decencia y agradeció la presencia de dirigentes de la oposición republicana, prometió que avanzará “con rapidez y urgencia” para enfrentar las crisis que enfrentan los estadounidenses, principalmente la pandemia, que ya mató a más de 400.000 personas, y el derrumbe económica que ésta provocó.

El flamante mandatario también prometió “reparar las alianzas” de Estados Unidos en el mundo “para enfrentar los desafíos de hoy y mañana”.

Biden decidió cerrar su discurso con un “juramento sagrado ante Dios y todos ustedes” en defensa de los valores democráticos y a favor del “bien público”.

“Te doy mi palabra, siempre estaré a tu nivel. Defenderé la Constitución. Defenderé nuestra democracia. Defenderé a Estados Unidos y lo daré todo, a todos ustedes”, dijo antes de concluir: “Juntos escribiremos una historia estadounidense de esperanza, no de miedo. De unidad, no de división. De luz, no de oscuridad. Una historia de decencia y dignidad, amor y sanación, grandeza y bondad”.

Este mensaje de reconciliación fue aplaudido por la oposición, que vio en la transición una oportunidad para dar vuelta la página tras el final turbulento de la Presidencia de Trump.