La décima audiencia del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa se pondrá en marcha este viernes desde las 9 de la mañana.
Después de una extensa jornada donde parece haberse roto el pacto de silencio entre los acusados, está estipulado que durante el día de hoy declaren tres testigos, a pesar de que en un principio serían 16.
Si bien estaba previsto que sean más de quince las personas que den su testimonio, finalmente tanto la fiscalía como la querella desistieron de la mayoría de ellos. En ese sentido, solamente tres personas quedaron citadas al juzgado de Dolores para brindar declaración.
Uno de ellos es un chico oriundo de Zárate que conocía de antemano a los ocho acusados. Además, este mismo joven acusó a los rugbiers de haberle robado su moto hace unos años, sacarse fotos con ella y subirlas a las redes sociales.
De esta manera, la segunda semana el juicio llegará al testigo número 131 de los 177 que están previstos. El veredicto final se conocerá el próximo 31 de enero.
QUE PASÓ EN LA AUDIENCIA DEL JUEVES
En el marco de la novena audiencia del juicio por el asesinato a Fernando Báez Sosa, uno de los acusados decidió romper el pacto de silencio y brindó su primera declaración. La misma se dio en el momento en que los peritos trataban de identificar a una persona en un video de la agresión.
Mientras los fiscales interactuaban con los peritos, testigos en el día de la fecha en una nueva audiencia del juicio, Luciano Pertossi rompió el silencio y brindó una escueta declaración. Con el aval de Tomei, su abogado, el acusado detalló: “Yo no estaba ahí”.
EL DIÁLOGO
Luciano Pertossi: Yo no estaba ahí
Fiscalía: ¿Dónde estaba usted?
Luciano Pertossi: No te lo voy a aclarar, no te voy a responder
Fiscalía: ¿Quién es la persona que está atrás?
Luciano Pertossi: No quiero responder más preguntas
Por otro lado, luego del cuarto intermedio que se llevó a cabo tras la declaración de Pertossi, habló Francisco Santoro, un amigo del remero Pablo Ventura, el joven falsamente acusado por los rugbiers. “Te genera ira su impunidad”, sostuvo.
“En una previa, uno de ellos lo provocó a uno de mis amigos. La forma en que te provocan o buscan tu reacción es con empujones a propósito. Un toque en la cabeza o un vaso derramado. Te ponían a prueba a ver tu reacción, o te quedabas callado y te alejabas o reaccionabas mal”, sostuvo.