Durante la jornada de este martes en el juicio que se lleva a cabo en el Tribunal N°1 de Dolores contra los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa, investigadores detectaron los mensajes que Blas Cinalli envió luego de haber cometido el asesinato. “Nos sacaron todos los patovicas, lo recagamos a palos mal”, dijo a un interlocutor. “Nos agarraron del cuello, nos sacó la Policía, pero ganamos igual”, agregó.
“El expediente marca que la muestra 814.122 del caso, el hisopado al meñique izquierdo de la víctima, ‘se obtuvo un perfil mezcla en el que se advierte coincidencia con el perfil de la muestra 814.7’ que pertenece a Blas Cinalli“, comentaron.
“Denota que la víctima al defenderse durante la agresión lastimó a Blas Cinalli, quedando material genético de éste en un dedo meñique, lo que contrasta claramente con las lesiones que presentaba Cinalli el día del hecho, lesiones éstas constatadas por el reconocimiento”, manifestó la fiscal Verónica Zamboni.
Si bien, no fue el único que dejó sus rastros sobre el cuerpo. El expediente además continúa que en los estudios a las manos de Fernando “Se determinó que en las muestras 814.120, 814.125 (hisopados dedo medio izquierdo y hisopado dedo medio derecho): se obtuvieron diferentes perfiles mezcla en los que se observó coincidencia parcial con el perfil genético de la víctima; lo que marca la multiplicidad de autores atacantes”.