La Cámara Argentina de la Construcción, Camarco, intenta ofrecerle al presidente electo Alberto Fernández un plan con el que buscan reactivar la industria que viene sufriendo la recesión económica, la falta de crédito, la escasez de licitaciones públicas y el impacto de la causa de los cuadernos.
La comisión directiva de Camarco le llevó a Martín Redrado y otros economistas cercanos al futuro gobierno el plan anunciado hace unas semanas atrás en donde reclamaban que se declare al sector en emergencia y en la ejecución de contratos de obra pública y que se disponga “de forma urgente” el pago de todo crédito a favor del contratista, la “neutralización de los contratos” sin multas, la “liquidación de las redeterminaciones de precios” y la “revisión de los precios” de los contratos.
Además, los empresarios pidieron suspender las ejecuciones y los embargos que lleva adelante la AFIP, y permitir la compensación de deuda impositiva con créditos del Estado Nacional, implementando un sistema equilibrado, que considere la fecha de mora en la obligación y la fecha en que el Estado debió cancelar la deuda.
Por otra parte, mientras discuten lo que el Estado les adeuda, la preocupación del sector privado es cómo revertir la situación de crisis que hizo que el sector perdiera 10.000 puestos de trabajo y con una posible nueva ola de despidos.
El proyecto presentado consta de un plan de 40.000 viviendas sociales con un costo de 80.000 millones de pesos, “del costo total, las provincias deberían aportar el 30% y lo que lograría es generar de manera inmediata 30.000 puestos de trabajo directo y otros 40.000 indirectos”, explicó uno de los empresarios que participó del armado de la propuesta.