¿La confluencia del dólar paralelo al oficial señala que es hora de salir del cepo?

El dólar y el salario en dólares oficial terminaron el 2024 con el mismo nivel que a finales del 2023. Esto indica que, si bien hay retraso cambiario, el problema no es grave. En el 2025 el gobierno tiene que inducir ganancias de eficiencia en las pymes, en la infraestructura y en el Estado para hacer la economía competitiva y así alejar el fantasma de la devaluación.

El dólar oficial terminó el 2024 en el mismo valor real que tenía en noviembre 2023 antes que asumiera el presidente Milei y devaluara el tipo de cambio oficial desde $350 a $800. En el Gráfico 1 se observa el salto que da el dólar oficial en diciembre 2023 colocándose en un valor que hoy sería $1.800. En definitiva, el 2024 debe ser tomado por los sectores ligados a la exportación como un año de acomodamiento de sus estructuras de costos luego de varios años de tipo de cambio oficial atrasado. El 2025 es el año de estar reorganizados para comenzar a ser competitivos con un dólar oficialigual al 2023.

Gráfico 1.Dólar oficial y dólar paralelo

A precios de diciembre 2024

Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA e INDEC

El movimiento extraño lo tuvo el dólar paralelo que primero bajó fuerte hasta marzo del 2024 debido a que la devaluación del oficial y el dólar blend (80% oficial / 20% paralelo) le pusieron paños fríos a los paralelos. Hubo un recalentamiento entre abril y junio y a partir de julio se anuncia el blanqueo lo que sacó muchos dólares del colchón, sumado a la credibilidad que tuvo la baja de la inflación que hizo que muchos agentes económicos dejen de demandar dólares con finalidad de ahorro.

Cuestión es que el dólar paralelo que hoy oscila los $1.200, en noviembre del 2023 era equivalente a unos $2.700.

Aquí viene la pregunta del 2025: ¿Esta confluencia del dólar paralelo al oficial señala que es hora de salir del cepo?

Es muy difícil tener una respuesta certera porque el valor del dólar único (sin cepo) dependerá de la demanda por parte de empresas y familias y de la oferta por parte de las empresas ligadas a la exportación y la inversión extranjera en el país. En este sentido, se podría decir que en la medida que haya oferta suficiente de dólares, y la inflación sea baja, la demanda de dólares se mantendrá tranquila por lo que cabría esperar que no haya sobresaltos.

Ahora, la cuestión pasa por la oferta de dólares la cual depende de la competitividad. La competitividad depende de la productividad técnica de las empresas (eficiencia en la producción) y de los costos de los insumos. Los principales factores de costos que afectan la competitividad son:

  1. a) los salarios medidos en moneda dura;
  2. b) los costos logísticos y de transporte;
  3. c) los costos del Estado: calidad de servicios que da y nivel de impuestos que cobra.

La evolución del salario medido en dólares y en pesos en términos reales se presenta en el Gráfico 2. Las líneas llenas miden el salario en dólares y la punteada el salario real en pesos.

Gráfico2. Salario en dólares y en pesos

A precios de diciembre 2024

Fuente: LP CONSULTING en base a Secretaría de Trabajo,BCRA e INDEC

El salario en dólar oficial está en USD 1.100, similar nivel que tenía en noviembre del 2023 antes de la gran devaluación. Esto implica que el salario no es un factor que esté afectando mucho la competitividad. Cuando se liberó el cepo en el 2016, el salario medido en dólares subió hasta lo que hoy sería USD 1.600. En general, cuando baja la inflación con ancla de tipo de cambio, el salario en dólares tiende a subir, exigiendo mayor productividad técnica, caso contrario, pone fuerte presión al tipo de cambio (que es lo que terminó pasando en el 2018). Si el salario en dólar oficial está igual que el año pasado, se puede decir que el salario no sería un factor de presión sobre el dólar.

El salario medido en dólar paralelo (que sería el dólar libre) estaba en un piso muy bajo (USD 400 en noviembre del 2023) y hoy está casi en $1.000. Esto muestra que la suba del salario medido en dólares libres que se produce cuando baja la inflación con tipo de cambio fijo no se desalineó del oficial. Confirmaría que el salario en dólares no es un factor que afecte mucho la competitividad.

El riesgo del salario en dólares para el 2025

El riesgo se puede observar con la serie punteada que muestra la evolución del salario real en pesos. Tuvo una fuerte caída en el 1° trimestre 2024 y luego una recuperación a mayor ritmo que el salario en dólares, llegando a diciembre 2024 a un mismo nivel.

Esto significa que, en el 2025, los salarios no pueden subir más que la tasa de devaluación del crawling-peg o sea 1% mensual. A menos, que la productividad técnica (eficiencia en la producción) suba por encima de 1%. En este caso el salario real subirá por efecto de la mayor productividad.

El problema es que la negociación colectiva en Argentina es muy centralizada. Un solo sindicato a nivel central (rama de actividad) negocia por todos los trabajadores de su ámbito, con independencia de si las empresas están aumentando la productividad. El riesgo en el 2025 es que –la experiencia lo demuestra– los sindicatos centrales de la CGT nunca miran la productividad de las empresas. Imponen aumentos arbitrarios centralizados. Allí el salario en dólares puede subir por encima de la productividad (fundamentalmente las pymes) y allí pasará a ser un factor erosivo de la competitividad presionando sobre el dólar.

Ya pasó con Moyano que negoció aumentos por encima de la inflación que el gobierno tuvo que amenazar con no homologar, lo que hizo que Moyano dé unos pasos atrás.

El gobierno debe ser consistente con su ideario y hacer lo que hizo Brasil en el 2016: dar la libertad a las empresas, incluso a las pymes, para salirse del convenio colectivo centralizado y negociar acuerdos propios entre el empleador y los trabajadores a nivel de la empresa. Esta es la única forma que en la negociación colectiva se discuta, primero, aumentos de productividad, y, en función de las metas de productividad, definir el salario real.

Lo otro que el gobierno tienen que acelerar en el 2025 es la desregulación y las privatizaciones de infraestructura para bajar los costos de logística y transporte con eficiencia.

También tiene que hacer un acuerdo entre la Nación y las provincias para ordenar el sistema tributario. En este ordenamiento, primero, hay que definir qué servicios da la Nación y cuáles las provincias, y luego, decidir qué impuestos cobra la Nación y cuales las provincias para financiar los servicios que tiene que dar cada uno. Es la única manera de hacer eficiente al Estado.

En suma: ¿se puede salir del cepo en el 2025?

Depende que la economía se haga más eficiente para lo cual hay que hacer más eficientes la pymes, la infraestructura y el Estado.

Fuente: LP CONSULTING

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