Un equipo de investigadores del Conicet realizó un estudio sobre las cualidades que deberían tener las casas en el 2080 y concluyeron que el hogar de nuestros sueños será el que nos resguarde del calentamiento global, sin representarnos por ello, un gasto energético astronómico.
Estos científicos estudiaron diez años el comportamiento del gasto energético en una casa tipo – familia de clase media, cuatro integrantes, 80 metros cuadrados – después calcularon cuánto más calor hará en 2050 y en 2080, dos modelos climáticos que debieron diseñar.
Y si bien calcularon cuántos más kilowatts se requerirán para estar más o menos cómodos cuando la temperatura del planeta se eleve; como la Argentina posee climas diversos, toda la simulación la aplicaron a cuatro ciudades del país: Orán, Salta; Santa Rosa, La Pampa; y las capitales de Mendoza y Córdoba.
“Aleros, parasoles, persianas exteriores, pérgolas con vegetación que caiga en invierno y aflore en verano, aberturas grandes o chicas según el viento, la altura y la región son algunas de las herramientas elementales que habrá que ir implementando”, explicaron en una publicación de la revista especializada Energy and Building.
Otro dato del trabajo realizado explica que el término aislamiento es clave, ya que una vivienda sustentable debería ser una “caja” capaz de aislar a quienes la habitan; mientras mejor sea su capacidad de aislación, más eficiente y sustentable será, así requerirá menos energía para calefaccionarla o refrigerarla.