La medida que se desprende de una ley del Congreso costaría entre 8 mil y 10 mil millones de pesos.
El proyecto de prórroga de la emergencia alimentaria hasta 2022 implicará un desembolso de entre 8 mil y 10 mil millones de pesos, pero al realizarse por reasignación de partidas no generaría un aumento del déficit por nuevos gastos.
El proyecto establece un “incremento de emergencia” como mínimo del 50% “de los créditos presupuestarios vigentes del corriente año correspondientes a políticas públicas nacionales de alimentación y nutrición”.
De acuerdo a un informe realizado por la Oficina de Presupuesto del Congreso, el crédito vigente al 31 de agosto de este año es de 20.977 millones de pesos, por lo que el aumento del 50 por ciento sería de 10.489 millones.
Este cálculo toma en cuenta que en el Presupuesto 2019 estaban presupuestados 12.000 millones de pesos para planes alimentarios, a los que se sumaron 6.000 millones tras la devaluación que se registró después de las elecciones primarias, lo que da una suma de 18.000 millones, por lo que el aumento estaría entre 8.000 y 10.000 millones de pesos.
De cualquier forma, lo que destacaron tanto en el oficialismo como en la oposición es que al establecer en el proyecto que el Poder Ejecutivo podrá realizar “reestructuraciones presupuestarias” para ese desembolso, no se crea un nuevo gasto.
Este fue precisamente uno de los motivos por los que la bancada de Cambiemos decidió finalmente acompañar el proyecto, al corroborar que el proyecto no implicaba la creación de un nuevo gasto.
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