El 2020 culmina de una manera más que particular. Tras el impactante eclipse de el lunes 14, al solsticio de verano con cercanía a las fiestas se le sumará un fenómeno más que atrapante que se podrá apreciar en el cielo a simple vista.
El mismo fue catalogado mediáticamente como “La Estrella de Belén”: aquella que, según el relato bíblico, guió a los Reyes Magos hasta el lugar donde nació Jesús. ¿De qué se trata realmente este fenómeno?
En diálogo con IMPULSO, la divulgadora científica y técnica del Planetario Municipal de Rosario, Andrea Costa, nos contó: “No se sabe a ciencia cierta qué es. Puede que no tenga una explicación. El relato bíblico apunta a un astro asociado al nacimiento de Jesús, pero en concreto es el Evangelio de Mateo el que habla de esta estrella tan brillante y dice muy poquito sobre ella. Dice que los Magos la vieron en el este, sin detallar forma, color o cuán brillante era el objeto”.
Por otra parte, al no ser una época en donde la astronomía estaba muy presente, los datos son aún menos certeros. A su vez, Mateo no fue contemporáneo al hecho ya que escribió el evangelio casi un siglo después. “Quizás, simplemente se trató de un recurso literario del autor para dar énfasis a posteriori”, indicó la profesional.
Por tales motivos y suponiendo que esto sucedió, Costa expresó que “pudo haber sido un cometa; un meteoro; una nova -que es una estrella que aumenta muy rápido de brillo-; o una conjunción planetaria”.
Por otra parte, tampoco se sabe concretamente en qué fecha sucedió este evento, calculándose entre el año 7 y el año 6 a.C., teniendo en cuenta también que el 25 de diciembre fue una fecha elegida que se instaló tras la institucionalización del cristianismo por parte de Constantino. Se reemplazaron las tradicionales fiestas solsticiales, cercanas al Solsticio de Invierno celebrado en el hemisferio norte.
Más adelante y con softwares astronómicos que permiten simular el aspecto del cielo en cualquier época y lugar del planeta, se realizaron distintas estimaciones que llevaron a que el gran astrónomo alemán del siglo XVI, Johannes Kepler, se incline porque la Estrella de Belén haya sido una conjunción planetaria. Justamente, entre los años 7 y 6 a.C., hubo algunas muy llamativas.
LA VERDADERA ESTRELLA DE BELÉN
Es así que, este 21 de diciembre, en pleno solsticio de verano en nuestro hemisferio, podremos volver a presenciar una conjunción planetaria. La misma es, nada más y nada menos, que el encuentro aparente entre dos o más planetas.
“En este caso, los protagonistas son Júpiter y Saturno, los más grandes del Sistema Solar. Ambos están separados entre sí a más de 700 millones de kilómetros, pero visto desde la Tierra se encuentran en la misma dirección. Nos va a parecer que están casi pegados en la misma región del cielo”, indicó Costa.
“El 21 de diciembre, la separación de ambos va a ser sólo de 6 minutos de arco, o 0,1 grados. Esto equivale a la quinta parte del tamaño angular de la Luna llena”, destacó la especialista, añadiendo que el encuentro entre estos dos planetas no se da hace casi 400 años -la última vez fue en 1623-, y no se repetirá hasta el 15 de marzo del 2080.
CÓMO VER ESTE FENÓMENO DESDE ROSARIO
“La conjunción se puede ver a simple vista desde cualquier parte del planeta. En Rosario tendremos que mirar al atardecer, cuando cae el sol, hacia el horizonte oeste. El sitio debe estar despejado de edificios ya que los planetas estarán a 15 grados sobre el horizonte. Es decir, estarán bajos”, manifestó Costa.
A su vez, agregó que no hará falta contar con elementos específicos como el telescopio, aunque con el mismo se podrán ver ambos planetas en el mismo campo visual con mayores detalles, como son las lunas Galileanas.
“El día de mayor aproximación es el 21 de diciembre y su visualización desde nuestra ciudad durará aproximadamente una hora, hasta que los planetas se oculten por debajo del horizonte. Es interesante observar días previos y posteriores para ver cómo se acercan y alejan. Para distinguirlos, Júpiter es el más brillante y blanco, y Saturno parece más pequeño, menos brillante y de color amarillento”, concluyó.