Leandro Figueroa, quien milita en el club Walter Ferretti de Nicaragua, contó como es convivir entre el fútbol y el COVID-19.
Se hace difícil creer que se pueda pensar salir a una cancha, enfrentar a un rival y buscar convertir un gol cuando el mundo vive una situación de pandemia tan complicada. Pero en Nicaragua se niegan a dar el brazo a torcer y lo hacen.
Leandro Figueroa, ex jugador de Newell’s Old Boys contó en “Al fondo de la red” de FM La Red cómo se siente entre el fútbol y la pandemia: “Es un poco incómodo ver que otras ligas tan fuertes han dejado de jugar y nosotros ser los únicos que continuamos jugando, se hace difícil ya que pensamos en nuestra familia en Argentina, vemos como la pandemia se está desarrollando mundialmente”.
El jugador del club Walter Ferretti expresó sus sensaciones al salir a la cancha: “No sé si la palabra es miedo, uno sale a la cancha con la idea de jugar, el tema es que en la semana se vive una vida normal y ahí está el temor a contagiarse, soy padre, llegar a mi casa y no saber si tengo el virus y tal vez contagiar a mí familia es alarmante”.
“Nosotros como equipo nos juntamos y teníamos decidido no jugar pero nos habló el presidente y nos comunicó que la liga iba a seguir la competencia, en ese momento había un caso de coronavirus, ahora se informaron cuatro y hay un muerto” comentó el jugaodor más allá de las decisiones grupales las definiciones de los que mandan en el fútbol nicaragüense pesan por sobre lo que desean los futbolistas.
“No nos sentimos obligados a jugar pero si no lo hacemos no cobramos, además estamos sujetos a las decisiones de la Liga” agregó sobre la necesidad económica personal que vive en ese país.
Con respecto al contacto con sus familiares expresó que “la pregunta es recurrente: porqué se sigue jugando?”.
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