La arquitectura y la construcción experimentaron importantes desafíos durante los últimos años, sobre todo en la necesidad de materializarse de una manera sustentable; pero para poder lograrlo es indispensable la optimización en el consumo de energía desde el mismo momento de concepción de las ideas.
Debido a que vivimos y nos desarrollamos en edificaciones que requieren energía para toda actividad humana, es necesario saber que cerca del 70% del consumo de energía en un edificio se destina a climatización y agua caliente sanitaria.
Por eso, la clave está en la concepción del diseño, la distribución y orientación de sus ambientes, la aislación de la envolvente y el aprovechamiento de recursos naturales, desde ventilación e iluminación natural a energía solar, por nombrar algunos.
El equilibrio de la arquitectura se basa en tres pilares que son el diseño, la ingeniería civil y la ingeniería de energía; en este último, la eficiencia energética aplicada a la arquitectura conforma e incorpora ese pilar al trabajo diario para una arquitectura realmente sustentable.
Existe una técnica llamada Simulación Energética Edilicia, que consiste en modelar el edificio, vivienda o conjunto de viviendas en 3D, para alimentarlo luego con información que hace a su desempeño energético, como la climatología del lugar, las instalaciones, la población del edificio, horarios de uso, etc.
Esto permite estudiar el consumo de energía en forma dinámica, identificar oportunidades de ahorro y analizar el impacto económico-financiero de las decisiones que se tomen en un proyecto, sea nuevo o una remodelación.
Este tipo de análisis implican un alto valor agregado para las viviendas ya que las hace previsibles no solo en cuanto a consumo de energía sino también en calidad de vida, lo que incrementa su valor de mercado.