La empresa italiana de impresoras 3D, Wasp, desarrolló un proyecto de viviendas construidas con una tecnología de impresión modular llamada Crane Wasp.
El proyecto, denominado Gaia, se realiza en colaboración con la empresa RiceHouse, se basa en pequeñas casa de 30 metros cuadrados a un valor de mercado de 900 euros.
La impresora principal del sistema puede configurarse para construir estructuras más grandes y también puede imprimir con hormigón y geopolímeros, pero en el caso de Gaia, el reto también consistía en conseguir un impacto medioambiental mínimo.
La mezcla utilizada se compone en un 25% del suelo extraído en el mismo lugar en donde estará la casa – 30% arcilla, 40% limo y 30% arena- más un 40% de arroz cortado con paja, un 25% de cáscara de arroz y un 10% de cal hidráulica, que se combinan antes de integrarse en el sistema de impresión.
El aislamiento que genera la unión de materiales y los techos de madera consiguen que la temperatura en su interior se mantenga sin necesidad de aire acondicionado o calefacción.
Además, la construcción de cada módulo está pensada para aprovechar el máximo de luz solar gracias a un gran ventanal colocado con una orientación suroeste y dado que la paja no tiene problemas de rotura estructural se genera propiedad antisísmica.
Las unidades están pensadas como algo tanto temporal como fijo, por lo que el revestimiento interior está sellado con arcilla alisada con aceites de linaza.