La inflación nacional y en la provincia de Santa Fe cierran el 2021 en el orden del 51% interanual a diciembre. Sin embargo, los precios de los alimentos en Santa Fe han crecido sostenidamente por encima del promedio nacional. Si bien la diferencia no es mucha, ya que en el promedio nacional los precios de los alimentos crecieron un 49% mientras que en Santa Fe lo hicieron un 53%, el gráfico debajo muestra que la tendencia ha sido en todo momento por encima.
Precio de alimentos y Canasta Básica Total
Diciembre 2020 = 100
Fuente: LP CONSULTING en base a IPEC (Santa Fe) e INDEC
Lo que llama la atención es que el valor de la Canasta Básica Total (CBT) que elabora el INDEC –el instituto de estadísticas de Santa Fe no elabora este índice para la provincia– se movió marcadamente por debajo. Si bien el último dato publicado es a noviembre 2020, se puede estimar que cerrará el año entre 40% y 42%, muy por debajo de la inflación general y del precio de los alimentos, tanto nacional como de Santa Fe.
Si bien la CBT está bastante sesgada hacia el precio de los alimentos, hay que tener presente que no contiene el mismo conjunto de alimentos que conforman el índice de alimentos con el que se calcula la inflación. Es decir que es factible que ambos conjuntos de precios –CBT e inflación– tengan una senda diferente.
La CBT es también lo que se llama como la “Línea de Pobreza”. Es decir, el valor umbral el cual, si una familia no tiene ingresos suficientes para superarlo, la familia se considera pobre. Así entonces, si la CBT viene creciendo bastante por debajo de la inflación, sería dable pensar que la pobreza debería empezar a ceder luego de haber superado el 40% de la población.
Para proyectar cómo viene la pobreza, junto con la CBT hay que mirar los ingresos de la población. Aquí hay una diferencia crucial entre lo que son los salarios de los trabajadores privados registrados de los trabajadores no registrados. Estos últimos son los salarios de los trabajadores “en negro”, tanto asalariados no registrados como cuentapropistas.
El Ministerio de Trabajo de la Nación publica el dato de la mediana del salario en el empleo privado registrado. Si bien el dato está a octubre, proyectándolo en la tendencia que trae en el 2021 aparece que va acompañando la inflación general y la de alimentos de Santa Fe.
El salario de los trabajadores “en negro”, en cambio, es estimado por el INDEC. Este salario, que es la principal fuente de ingreso laboral de las familias pobres, viene creciendo muy por debajo de los precios de los alimentos en Santa Fe –que vendría a ser una aproximación de la canasta básica de la provincia– e incluso por debajo de la CBT nacional, que viene creciendo por debajo de la inflación y el precio de los alimentos. Este es un fuerte indicio de que la pobreza se mantiene alta.
Precios de alimentos, CBT y salarios
Diciembre 2020 = 100
Fuente: LP CONSULTING en base a IPEC (Santa Fe), INDEC y Ministerio de Trabajo nacional
Las fuentes de la pobreza son la inflación y los bajos salarios. Ambos tienen origen en una misma raíz: la baja productividad de la economía.
Cuando hay baja productividad significa que el trabajo de las personas rinde poco. Es decir, aun cuando la gente trabaje mucho, los bienes y servicios que produce no aumentan más que la población. Por lo tanto, hay que cada vez menos bienes y servicios por persona. Esto se traduce en bajos salarios reales, lo cual se materializa a través de una alta inflación y/o los salarios nominales bajos.
Obviamente que hay nichos de productividad media y alta. Esto son los que generan los empleos asalariados registrados que –como se ve en el gráfico– acompañan la inflación. Pero este nicho en Santa Fe y en Argentina es un 35% de los ocupados. El otro 15% son empleados públicos que también gozan de salarios reales más o menos razonables. Esto hace la mitad de ocupados que son los formales.
La otra mitad de los ocupados son los informales cuyos salarios, de por sí, son bajos y crecen por debajo del precio de los alimentos y de la canasta básica. Estos son los ocupados que llevan el dinero a los hogares pobres. Si estos salarios crecen por debajo de los alimentos y la canasta básica, la pobreza se mantendrá alta.
La forma de salir de esta trampa de la baja productividad (pobreza) es con mayor y mejor inversión en capital humano (educación), en capital físico (infraestructura) y en capital intangible (investigación, desarrollo y conocimiento). Tres elementos que están en los discursos pero, en los hechos, fuera de la agenda de políticas públicas de la Argentina hoy.
Fuente: LP CONSULTING