Esta herramienta tecnológica permite llevar a cabo operaciones de manera remota con total seguridad.
La firma digital es una de las herramientas con las que cuenta hoy el corredor inmobiliario, que le permite tomar reservas y firmar boletos y además puede homologar todos los trámites del proceso de compraventa de una propiedad.
Permite asegurar el origen de un documento o mensaje y verificar que su contenido no haya sido alterado, es una secuencia única de letras y números que vincula al firmante con un documento electrónico.
Expertos en documentos legales explican que la firma digital es una herramienta técnico jurídica equivalente funcional a la firma holográfica, lo que significa que un documento electrónico firmado digitalmente posee la misma validez jurídica que un documento en papel firmado de puño y letra, garantizando de esta manera que no pueda ser objeto de repudio.
Para firmar digitalmente una persona necesita dos claves asociadas entre sí, que se generan utilizando funciones criptográficas seguras, una de esas claves es privada y es protegida por una contraseña que sólo es conocida por esa persona, impidiendo que otros imiten su firma.
La segunda clave, en cambio, es pública y sirve para que el destinatario pueda verificar la firma hecha por el autor, la clave pública está contenida en un certificado digital junto con la información personal del firmante, documento electrónico emitido por un certificador, y sirve para asegurar que una clave pública pertenece a una determinada persona.
De esta forma, el certificador actúa como una tercera parte confiable entre el emisor y el destinatario.
En relación a los costos, una inmobiliaria puede tener su firma digital por 5000$, a razón de 400$ por mes.
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