Coraje fue la justificación de Apple para eliminar la tradicional conexión de auriculares de 3.5 milímetros en el iPhone 7, y aunque otras marcas ya lo habían hecho, el impacto que tiene Apple en marcar tendencia no lo tiene ninguna otra compañía.
Es entendible buscar nuevas tecnologías para reemplazar a las antiguas, aunque no lo es tanto si no hay un claro sucesor que venga a mejorar la experiencia.
El iPhone 7 necesita auriculares con conexión lightning (o un conversor) para conectarlos con cable, mientras que las otras marcas están optando por USB-C, un nuevo estándar.
Si bien tiene más lógica USB-C que lightning (justamente porque uno es un estándar y el otro es solo para dispositivos móviles de Apple) no necesariamente representa un avance para los usuarios y trae más incomodidades que ventajas en este momento.
La última noticia es que el mayor fabricante de teléfonos del mundo eliminaría también la conexión de 3.5 milímetros. Estamos hablando de Samsung y su próximo Galaxy S8, según indica SamMobile.
Las justificaciones están dadas por el espacio que ocupa esta conexión que puede aprovecharse para que el teléfono sea más delgado o ubicar otros componentes más necesarios.
De confirmarse, y con Apple y Samsung subidos a este tren, podemos estar seguros que la tendencia es imparable, y que el mercado de los auriculares deberá adaptarse, como también crecerán las opciones bluetooth, buscando masificarse.
Si estamos por comprarnos auriculares, tendremos una elección difícil. Si compramos unos con lightning solo nos servirán para dispositivos móviles Apple (ni siquiera para Mac), si compramos USB-C tendrán más opciones en teléfonos y laptops de varias marcas aunque no servirán en dispositivos anteriores, y si compramos de 3.5 mm, servirán para todos los dispositivos del mundo, excepto los nuevos iPhone 7, Galaxy S8 o Moto Z y un puñado más. A menos que utilicemos un conversor.
A adaptarse.