El Ministerio de Salud de la Nación emitió una serie de recomendaciones para cuidar la piel, “evitar el golpe de calor, la deshidratación y otros problemas de salud” estos días de altas temperaturas, en un contexto en el que 2021 fue el 5º año más cálido del país en los últimos 60.
La cartera advierte que en caso de ola de calor como la que atraviesa la CABA, Rosario, Santa Fe, el centro y norte del país es necesario prevenir el golpe de calor y el agotamiento por calor, que son trastornos ocasionados por el aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad o el esfuerzo físico intenso (ejercicios) en estos contextos.
En estas situaciones, se agregó, el organismo tiene dificultades para regular la temperatura corporal que puede alcanzar los 40° C o más.
EL AGOTAMIENTO PREVIO AL GOLPE DE CALOR
El agotamiento por calor es un estadio previo al golpe de calor al que hay que reconocer para prevenir una situación más grave y cuyos síntomas son: sudoración excesiva; piel pálida y fresca; sensación de calor sofocante; sed intensa y sequedad en la boca; calambres musculares, agotamiento, cansancio o debilidad; dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos; dolor de cabeza, irritabilidad, mareos o desmayo.
SÍNTOMAS DEL GOLPE DE CALOR
En el caso del golpe de calor propiamente dicho, los síntomas son: temperatura del cuerpo 39-40°C o mayor (medida en la axila), piel roja caliente y seca (se agota la transpiración), respiración y frecuencia cardiaca acelerada, dolor palpitante de cabeza, alteración del estado mental y del comportamiento (vértigos, mareos desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento) y convulsiones.
Los grupos poblacionales más vulnerables al golpe de calor son los menores de 5 años y más aún los menores de 1 año y los adultos mayores, las personas con enfermedades crónicas (cardíacas, renales, mentales o neurológicas y otras), con fiebre o diarrea por otra causa, las que presentan obesidad o desnutrición y las que tienen la piel quemada por el sol.
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
Para evitar estos cuadros es importante cuidar la hidratación y la alimentación, consumir agua segura y jugos naturales durante todo el día; no tomar bebidas con cafeína o con alto contenido en azúcar (como las gaseosas corrientes), muy frías o calientes; preferir las comidas frescas y livianas a las pesadas; reducir la actividad física; cubrirse la cabeza con un gorro o pañuelo al salir y llevar agua para mantenerse hidratado.
También se recomienda no consumir alcohol; permanecer en lugares ventilados y frescos; vestir ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros; no exponerse al sol directo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde; tomar abundante agua antes, durante y después de hacer ejercicio.
Además, pidieron mantener a los niños, los mayores y las personas más vulnerables, en lugares bien ventilados, usar ventiladores o aire acondicionado (ya sea en casa o lugares públicos) cuando la temperatura ambiente es muy elevada.
En caso de golpe de calor hay que llamar inmediatamente a un servicio de emergencia o trasladarse hasta el centro de salud más cercano, permanecer mientras tanto en un lugar fresco y ventilado, enfriar rápidamente el cuerpo mojándolo con agua fría y beber agua.
Lo que no se debe hacer bajo ninguna circunstancia es administrar medicamentos antifebriles y friccionar la piel con alcohol (porque causa intoxicación).
Por otro lado, la exposición excesiva al sol puede producir envejecimiento de la piel, cataratas y cáncer de piel, por eso el Ministerio recomienda además usar protector solar con factor de 30 o más para estar al sol y renovarlo cada 2 horas o después de salir del agua.
Los bebés menores de un año no deben recibir el sol directo y desde los seis meses en adelante deben usar protector solar factor 50 o mayor.
Fuente: Télam