Publicar un video sobre un paso de baile, comunicarse con amigos o informarse son algunos de los usos conocidos que las y los adolescentes argentinos hacen de las redes sociales, pero el escenario es distinto cuando esta generación toma acción en internet desde una perspectiva participativa y crítica.
“Los adolescentes sufren agresiones o insultos al compartir su opinión y aún existe entre ellos la falta de comprensión del concepto de participación en entornos digitales (que va más allá de subir una foto personal a Instagram) como un derecho fundamental en democracia” apunta Melisa Avolio en una nota para Télam.
No obstante, comentan sobre cuestiones sociales en las redes como violencia, pobreza y salud y para nueve de cada diez, la actualidad forma parte de sus conversaciones.
Estas conclusiones pertenecen al libro de reciente publicación “Adolescentes, participación y ciudadanía digital”, de Roxana Morduchowicz, doctora en Comunicación (Université Paris) y asesora principal de la Unesco en Ciudadanía Digital.
El texto analiza la manera en que los adolescentes participan -en la vida fuera de las pantallas y en el mundo digital- para la “construcción de una democracia más sólida y representativa”.
Teniendo en cuenta “que los jóvenes pueden votar y decidir en las elecciones”, la autora se propuso analizar si valoran y usan Internet como espacio de participación, a través de una investigación online en junio de 2020 que se implementó a escala nacional entre 2.000 adolescentes argentinos de 14 a 18 años, con un corte representativo en género, regiones geográficas, edad y nivel socioeconómico.
De la investigación surgió que “los adolescentes argentinos están prácticamente todo el día conectados a Internet y su vida cotidiana está atravesada por las pantallas”, afirmó Morduchowicz en una entrevista con Télam.
En Argentina, el 40% de los jóvenes de 13 a 17 años está la mayor parte del día conectado a Internet y el 98% tiene perfil en alguna red social, y solo uno de cada diez adolescentes se conecta menos de tres horas diarias.
Hoy las redes “más usadas por los adolescentes son Instagram y TikTok, en un momento Snapchat llegó a un pico de uso pero ahora está decreciendo”, comentó.
Pero una de las particularidades que se dio en la pandemia fue que comenzaron a usar funciones sociales en redes y plataformas ya conocidas: “Esto pasa con ‘Netflix Party´ (una sala online que permite socializar los contenidos), que los adolescentes usan para comentar virtualmente las películas y series que ven”, ejemplificó.
Incluso cuando juegan en red, “conversan con sus amigos sobre temas que van más allá de los videojuegos”, completó.
“El prejuicio que suele circular en la sociedad es que los adolescentes solo utilizan Internet para comunicarse con amigos o ver videos que los adultos califican de ‘tontos’, pero antes que descalificar o etiquetar habría que comprender mejor la cultura juvenil”, reflexionó Morduchowicz.
Un 98% de los adolescentes argentinos encuestados piensa que Internet es un espacio útil para participar en temas que interesan a la sociedad.
CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD
Otro tema que aborda es el de la popularidad de las redes sociales entre los adolescentes que, “se debe a que están en una etapa de construcción de su identidad y se preguntan quiénes son y cómo los ven los demás. En lo que incluyen y excluyen de su perfil en las redes sociales, los adolescentes buscan responder estos interrogantes”, consideró la especialista.
“Los medios de comunicación suelen retratar a los adolescentes de manera negativa, con frecuencia como sinónimo de conflicto. Los presentan como víctimas o victimarios, relacionados con las adicciones, el embarazo precoz, la deserción escolar, la violencia”, sostuvo Morduchowicz.
Prácticamente, todos los adolescentes encuestados acceden a información sobre lo que pasa en el país y en el mundo, y solo un 2% se mantiene al margen de eso.
Por eso, la especialista remarcó que “los medios deberían abrir su agenda, quebrar los estereotipos de adolescente que a menudo incluyen y darle la oportunidad de expresarse sobre todo en temas que los preocupan directamente a ellos”.
El libro revela además que para siete de cada diez adolescentes, la televisión y las redes sociales son las fuentes de información más importantes, y la enorme mayoría (80%) afirma que piensa en su opinión ante proyectos que interesan y afectan a su ciudad o país.
Sin embargo, la mitad de los adolescentes encuestados reserva la participación solo a los que “saben y entienden”.
LA IMPORTANCIA DE “PARTICIPAR”
En este sentido, el trabajo señala que el 70% de los jóvenes no tiene claro qué significa participar, y solo tres de cada diez vinculan la participación a “actuar con otros para solucionar un problema de la escuela o la comunidad”.
Asimismo, la investigación da cuenta de que casi la mitad de los adolescentes comparte opiniones en redes sociales sobre aquello que les interesa y preocupa: “Esta es una acción participativa importante dado que “la libre expresión de las ideas es un principio fundamental para la construcción de una sociedad democrática”, subrayó la especialista.
La discriminación, el cyberbullying (acoso online), el grooming (intimidación sexual por Internet de adultos a menores) y el sexting (envío de contenidos sexuales por la web) son los temas que más comentarios originan entre los adolescentes encuestados.
Además, la música, los videos, las películas y las series son los temas que más los motivan a opinar.
En segundo lugar, aparecen la violencia y la inseguridad, temas elegidos por un 50% de los adolescentes. Le siguen la pobreza (40%), la educación (40%) y la salud (35%).
El 60% de las mujeres comparte su opinión sobre violencia e inseguridad, frente al 40% de los varones. “Es posible que esto se deba a que la violencia de género ha sido un tema muy presente en la agenda pública argentina”, comentó Morduchowicz.
Si bien estas cifras son auspiciosas, “algo más de la mitad prefiere no compartir opiniones sobre temas que les preocupen en su perfil”, debido a “la intimidación que sufren por expresar opiniones”.
“La mitad de los adolescentes dice que sufrió acoso e intimidación al dar su opinión en las redes sociales. Y el 80 por ciento sufrió esta agresión al opinar en foros y debates online”, señaló la especialista.
La gravedad de esta situación, remarcó, “reside en que si los adolescentes perciben que opinar significará burla y acoso, dejarán de hacerlo, y la manifestación de una opinión es el primer paso para participar”.
Fuente: Télam