El volante izquierdo Marcos Acuña, quien venía trabajando diferenciado por una molestia muscular, practicó a la par de sus compañeros. Este martes a las 17 el seleccionado nacional se mide ante el combinado boliviano.
El seleccionado argentino se entrenó este lunes por primera y única vez en los 3.500 metros de altura del estadio Rafael Mendoza Castellón, ubicado en el barrio Achumani, de la ciudad de La Paz, antes de enfrentarse este martes a su par de Bolivia, por la segunda fecha de eliminatorias sudamericanas clasificatorias para el Mundial de Qatar 2022.
De la práctica formó parte a la par de sus compañeros el volante izquierdo Marcos Acuña, del Sevilla español, quien luego de haber sufrido una sobrecarga muscular en el primer partido ante Ecuador que lo obligó a salir del campo de juego cuando transcurría el segundo tiempo, debió trabajar diferenciado en Ezeiza.
La experiencia de jugar en los 3.650 metros de altura del estadio Hernando Siles, de La Paz, escenario del partido del martes, no es nueva solamente para cinco de los 26 futbolistas que integran el plantel actual conducido por Lionel Scaloni, que son el capitán Lionel Messi, el propio Acuña, el delantero Lucas Alario y dos de los tres arqueros, Franco Armani y Esteban Andrada (el tercero es el debutante Jeremías Ledesma).
LA PRÁCTICA
Los futbolistas llevaron a cabo ejercicios técnicos con pelota y algunos de coordinación guiados por el preparador físico, Luis Martín, según informó la AFA, y Scaloni no paró ningún equipo tentativo para el partido, aunque el entrenador anticipó que no tiene intenciones de realizar variantes, por lo que la presencia de Acuña trabajando igual que sus compañeros le puede abrir una pequeña puerta a la titularidad.
La segunda parte de la práctica tuvo al plantel dividido en dos: los defensores trabajaron aspectos estrictamente posicionales, mientras que los mediocampistas y atacantes entrenaron remates de corta y media distancia, para evaluar, al igual que los arqueros, con qué velocidad se transporta el balón.
Y en ese mismo sentido, sobre el final del entrenamiento todo el plantel se ejercitó en jugadas de pelota parada, tanto en defensa como en ataque, siempre con la máxima atención puesta en la velocidad de traslado de la pelota.
La práctica tuvo, pese al aislamiento y la seguridad expresa por la pandemia de coronavirus, con observadores, algunos humanos, que se instalaron sobre un mamelón ubicado cerca de una tribuna lateral del estadio de The Strongest, y otro tecnológico, en este caso un dron que sobrevoló la cancha durante un cuarto de hora, ignorándose su procedencia. El entrenamiento se desarrolló a la misma hora del partido de mañana, las 16 de Bolivia.
Télam
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