En la reunión que se llevó a cabo de forma virtual, Franco Bartolacci hizo referencia a la capacidad que demostró la Universidad Nacional de Rosario, durante el año 2020, para afrontar los desafíos impuestos por la pandemia de covid19, tanto en la etapa de aislamiento como en la de distanciamiento social obligatorio.
Recordó que para llevar adelante sus actividades, el conjunto de las unidades académicas y el equipo de gestión de Rectorado realizaron un trabajo coordinado que permitió la implementación de un modelo de acompañamiento pedagógico virtual, a través de diversos recursos y herramientas.
“Esa experiencia, de la cual aprendimos autoridades, docentes, estudiantes y no docentes, dejó un resultado muy positivo. No obstante, sabemos que múltiples actividades, necesarias en los procesos de formación académica, no se pudieron desarrollar. También sabemos de desigualdades ya existentes que se profundizaron por las limitaciones de acceso a la conectividad y el manejo de recursos tecnológicos”, reconoció.
En este sentido consideró que la experiencia acumulada y la apertura de múltiples actividades por fuera de la vida universitaria, convoca a llevar a cabo acciones que permitan ampliar las opciones para el desarrollo de la vida académica, “recogiendo los aprendizajes y garantizando todos aquellos tramos formativos de carácter presencial que son ineludibles”.
Bartolacci afirmó que cada unidad académica tendrá la potestad de establecer, en el marco de su calendario, aquellas actividades presenciales que se planifiquen garantizando las políticas de cuidado establecidas en los protocolos.
“Entendemos que la diversidad de situaciones presentes en el interior de cada Facultad, Escuela e, incluso, de cada carrera, requiere un tratamiento pormenorizado, específico, peculiar, que permita encontrar el mejor rumbo posible para alcanzar los objetivos académicos 2021 para cada trayecto formativo, con el debido cuidado de la salud colectiva”, destacó.
De acuerdo a la evolución de la situación sanitaria del país y de la región, el retorno a las actividades académicas presenciales deberá desarrollarse “de forma gradual y progresiva, en el marco de lo que denominamos una presencialidad cuidada”.
“El esquema que proponemos, conocido como modelo híbrido o mixto, busca alternar de forma coherente e integrada clases presenciales y virtuales, con el fin de disminuir las aglomeraciones y garantizar la aplicación y cumplimiento de los protocolos existentes”, sostuvo y agregó: “La decisión institucional de la UNR es garantizar que la totalidad de las actividades académicas se desarrolle bajo alguna de estas modalidades”.
MODELO MIXTO
De acuerdo al documento presentado, las clases teóricas y de consulta podrán seguir desarrollándose de manera virtual, con una comunicación pública de los días y horarios pautados. A tal fin se recomendó preferentemente el uso de las cuentas Meet provistas por la Universidad para institucionalizar la vía de comunicación.
También podrán sustanciarse las mesas de examen previstas en los llamados, conforme lo considere oportuno cada unidad académica. “En el caso de asignaturas en las que la presencialidad sea ineludible, o cuando las unidades académicas lo requieran en el marco de la planificación conjunta con las cátedras, se podrán constituir mesas de exámenes presenciales, garantizando las condiciones de bioseguridad establecidas en los protocolos”, aclaró.
El Rector indicó que en el actual contexto, se priorizarán tres ámbitos y/o actividades para la implementación de la presencialidad cuidada: el funcionamiento de las escuelas pre-universitarias; las actividades de ingresantes 2021; y el cursado de las asignaturas y de los espacios formativos de práctica que requieren procesos de enseñanza y aprendizaje de carácter presencial.
En cuanto al personal docente y nodocente comprendido en grupos de riesgo o licencias especiales, quedará eximido de realizar actividad presencial conforme lo establece la normativa y mientras continúe vigente. De igual modo, las unidades académicas establecerán los mecanismos para atender la situación de estudiantes que pertenezcan a un grupo de riesgo o sean convivientes de un grupo familiar integrado por alguna persona de riesgo y que por tal situación no pudieran asistir a las actividades presenciales previstas, previa acreditación de tal condición por parte del estudiante.
“La UNR seguirá proveyendo a sus unidades académicas todos los elementos de bioseguridad indispensables para garantizar la apertura de los edificios y la aplicación de protocolos que garanticen que las aulas, laboratorios y espacios físicos se constituyan en lugares seguros. Al mismo tiempo, sostendrá aquellas acciones en curso tendientes a cuidar la salud de su comunidad y el resguardo de sus derechos”, informó.
A los efectos de la aplicación de protocolos en las actividades presenciales que se recuperen, en el marco de las autorizaciones emanadas de la Provincia de Santa Fe, regirán las normas generales establecidas por los protocolos del Ministerio de Educación de la Nación, las específicas acordadas en ámbitos paritarios y comisiones de contingencia y toda normativa que a tal efecto dicten los Consejos Directivos y Superior. Este marco deberá ser reevaluado periódicamente, conforme avance la situación epidemiológica.
Por otra parte, la Universidad Nacional de Rosario emprenderá las reformas que fueran necesarias para consagrar, más allá de la excepcionalidad, aquellos dispositivos asociados a la virtualidad que, construidos en el marco de la emergencia sanitaria, han permitido garantizar el derecho a la educación superior.
Fuente: UNR