Rosa Tarlovsky de Roisinblit recibió el título de Doctora Honoris Causa por su trayectoria y actuación en favor de la paz, la justicia y la defensa de los derechos humanos, en especial el derecho a la Identidad.
La Universidad Nacional de Rosario (UNR) otorgó el título de Doctora Honoris Causa a Rosa Tarlovsky de Roisinblit durante un acto presidido por el rector Franco Bartolacci, los decanos de la Facultad de Ciencias Médicas Jorge Molinas, de Psicología Soledad Cottone y del que participaron de forma virtual Estela de Carlotto, integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo y familiares de la homenajeada.
“Cuando las instituciones deciden reconocer a alguien se pone en evidencia lo que quieren ser, los principios y lo valores sobre los que se sostienen. En Rosa hay un testimonio de vida, de lucha y de compromiso que a nuestra comunidad universitaria nos moviliza y nos interpela. Este reconocimiento es una caricia de la Universidad Pública que por unanimidad avaló esta intención y que se pone de manifiesto en este acto académico institucional pero también político”, dijo Bartolacci.
En nombre de toda la comunidad de la UNR, Bartolacci agradeció de corazón “por ese enorme coraje, porque en la oscuridad sin tregua, un horror que nos pareció eterno, siempre en su lucha, pudo ser luz”. Asimismo agradeció “por la entereza y sobre todo el ejemplo, lo que ha vuelto su lucha y la de toda Abuelas más ejemplar que nadie. Para quienes han violado todas las normas posibles, para los que promovieron la muerte, no reclamaron nunca venganza sino verdad”.
El rector resaltó que por su testimonio de vida, “es una hija digna de nuestra casa. Ha llevado bien en alto durante toda su vida la bandera de los principios y valores de nuestra Universidad. En nombre de toda nuestra comunidad, gracias. Emocionado y orgulloso le doy la bienvenida formal al cuerpo docente de la UNR”.
La decana de la Facultad de Psicología sostuvo que “memoria y olvido no son campos neutrales, todo lo contrario, son campos de batalla en donde se modela la identidad colectiva” y agregó: “Venimos de una cultura hegemónica que se apropia de la violencias simbólicas del pasado y que compone desde ahí exigencias hacia el presente en las que se han silenciado muchos hechos y se mitigan otros”. En este sentido consideró que entregar este título “es un reconocimiento en contra de tanto silencio, borramiento de la historia, un acto que nace en símbolo, inscribe memoria y cambia nuestro presente”.
Cottone destacó que es singular que Rosa además sea partera. “Como si fuera una costura de nuestra historia, ha parido a miles de compañeros y compañeras que nos vamos encontrando en esta búsqueda de identidad”. Asimismo, le agradeció como generación y por ser parte de Hijos: “Es una marca para nosotros en esta tragedia, la posibilidad de tener a nuestras abuelas, un punto de reivindicación. Hoy es un orgullo tenerte como Doctora Honoris Causa de la Universidad”.
Por su parte, Molinas agradeció “la lucha por la dignidad y por los derechos humanos que ha sido enorme”. Contó que Rosa se recibió de obstetra en el año 1937 en la entonces Universidad Nacional del Litoral con el registro número 314 y fue jefa de la Escuela de Obstetricia de Rosario, una de las primeras del país.
“Celebramos su lucha, ejemplo y deseo que esté viva en los nietos, en las familias, en Abuelas y en todos los argentinos para que la democracia sea cada vez más fuerte, solidaria y justa”, afirmó. Luego, la Facultad hizo un reconocimiento a la Asociación Abuelas Plaza de Mayo y le entregó a Rosa los registros de su paso como estudiante en la ciudad de Rosario.
LA HISTORIA DE ROSA ROISINBLIT
Nieta e hija de los primeros colonos judíos en la Argentina, Rosa nació en Moisés Ville 15 de agosto de 1919, transitó las aulas universitarias y obtuvo el título de obstetra otorgado por la entonces Universidad Nacional del Litoral. Ganó por concurso el cargo de Partera Jefa de la Maternidad Escuela de Obstetricia de Rosario.
Luego, se trasladó a Buenos Aires, se casó con Benjamín Roisinblit en 1951 y tuvieron una única hija a la que llamaron Patricia Julia. El 6 de octubre de 1978, durante la última dictadura cívico-militar, Patricia, su hija de 15 meses Mariana Eva Pérez y su compañero José Manuel Pérez Rojo fueron secuestrados. Patricia estaba embarazada de 8 meses de su segundo hijo. La niña fue devuelta a su familia, no así el niño nacido en cautiverio.
El nieto de Rosa fue apropiado por Francisco Gómez, un agente de inteligencia de la Fuerza Aérea quien, junto a su esposa Teodora Jofré, inscribieron al niño como hijo propio bajo el nombre de Guillermo Francisco Gómez. El nieto de Rosa fue encontrado en 2000 y restituida su identidad en 2004. Hoy su nombre es Guillermo Rodolfo Fernando Pérez Roisinblit.
A partir del secuestro de su hija, Rosa se incorporó al grupo de mujeres que conformaría la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Fue designada Tesorera de la Comisión Directiva, cargo que ocupó desde 1981 hasta 1989, cuando pasó a ser la Vicepresidenta de la institución.
En 2013, Marcela Bublik publicó el libro “Abuela. La historia de Rosa Roisinblit, una Abuela de Plaza de Mayo”. Rosa participó de múltiples presentaciones del libro en distintos lugares de la Argentina. La publicación fue declarada de Interés para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fue querellante en el juicio que dio por probado un plan sistemático de apropiación de niños durante la última dictadura cívico-militar, y es querellante en la causa que investiga la desaparición de su hija y su yerno en la RIBA.
Es miembro de la Sociedad Internacional para la Prevención del Niño Maltratado y Abandonado y de la Asociación Latinoamericana contra el Maltrato a la Infancia. También ha obtenido premios y distinciones a título personal, por su trayectoria y actuación en favor de la paz, la justicia y la defensa de los derechos humanos, en especial el derecho a la identidad.
Fuente: UNR