La Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA), lograron producir una nueva especie de arveja a la que denominaron “Primogénita”, que apunta a impulsar el cultivo de la leguminosa en la región y aportar a una mayor biodiversidad de cultivos y mejor uso del suelo.
Según detallaron los expertos de la UNR y el INTA que participaron del proyecto, la producción de leguminosas como la arveja y la lenteja es tradicional en esta zona del país, pero en los últimos años este tipo de cultivos ha tenido menos aceptación entre los productores, entre otros motivos, porque las variedades que se cultivan “han perdido competitividad en los mercados internacionales“.
La directora del desarrollo, la ingeniera agrónoma Ileana Gatti, indicó que la creación de la variedad denominada Primogénita “regionalmente disminuye los costos de importación de semillas, además de las ventajas de trabajar con materiales adaptados a las condiciones agroecológicas locales, maximizando los rendimientos y la calidad del grano“.
En tanto, para la investigadora y catedrática de la UNR “el cultivo de la arveja es ecológicamente muy interesante, permite una buena rotación de la tierra intercalando con otro cultivo de invierno que es el trigo“.
“Tiene la característica de consumir menos agua que el trigo, fija el nitrógeno en la tierra y tiene menor costo del fertilizante, lo que redunda en una mejor condición del suelo para los demás cultivos“, explicó.
En ese sentido, agregó que “la arveja tiene un ciclo muy interesante porque se hace en invierno y se cosecha en noviembre, eso permite que después se plante un maíz tardío o una soja de segunda“.
Adema, para Gatti “el mercado de legumbres tiende a ir en aumento debido a los cambios de hábitos en la alimentación, cada vez hay más personas que eligen no consumir carne como los vegetarianos o los veganos, y estos pueden recibir de las legumbres el aporte proteico que obtendrían de los alimentos de origen animal“.
Por otro lado, remarcó: “Primogénita se realizó a través de técnicas de mejoramiento tradicional, no son transgénicas. En las legumbres sería contraproducente ya que cerraría mercados; no hay muchos compradores para variedades transgénicas, por lo que es importante que haya sido hecha por métodos tradicionales“.
Asimismo, señaló que “los productores locales están muy interesados en poder ampliar el mercado, más del 70 por ciento cultiva una sola variedad de arveja, que es un riesgo ecológico muy importante para la zona, frente a una nueva enfermedad o plaga que ataque a esa especie en particular y se expande por todo el cultivo“.
Por otra parte, confió en que una vez sorteado este tiempo-por la pandemia- está previsto “que la producción comience este año y que salga a la venta el próximo“.
Télam