Los primeros ejemplares de ballenas se divisaron este fin de semana en el contorno de Península Valdés, sobre el extremo noreste del Chubut, dando inicio a una temporada que no será como las anteriores ya que por la pandemia de conoravirus esta vez no habrá turistas para recibirlas.
El intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, se encargó de resaltar la presencia con una publicación realizada en su cuenta oficial de Twitter con la inscripción: “Bienvenidas, están en casa”.
En tanto el intendente de Puerto Pirámides -desde donde parten las embarcaciones para avistajes-, Fabián Gandón, reconoció que “sin duda esta será una temporada totalmente distinta, al menos en lo que a visita internacionales se refiere, pero nosotros tenemos la misma expectativa de siempre”.
Gandón añadió que “entre las actividades que se estuvieron flexibilizando tras unos primeros días de rígida cuarentena está justamente la de los balleneros, a quienes se les permitió que vayan a la zona donde tienen las embarcaciones para que realicen las tareas de mantenimiento y puesta a punto para hacer los llamados avistajes”.
La apertura formal de la temporada aún es una incógnita por las complicaciones que generó el avance del coronavirus.
UNA HISTORIA DE AMOR ENTRE LAS BALLENAS Y SU GENTE
Los avistamientos turísticos de ballenas comenzaron en Puerto Pirámide en la década del 70, con lanchas con capacidad máxima para ocho personas abordo.
Las ballenas que comienzan a llegar en grupos permanecerán hasta diciembre en las tranquilas aguas de los golfos Nuevo y San José que le dan a la península la silueta de “hongo que se introduce en el mar”.
La llegada de los ejemplares de “Eubalaena australis” para cumplir el ciclo vital de reproducción y cuidado de los ballenatos en los primeros meses de vida es un espectáculo asombroso que se repite todos los años con una población que ronda las 2.000 mamíferos cuando se producen los nacimientos.
En los últimos años se observó la presencia de ejemplares hacia el norte y el sur de Península Valdés, abarcando gran parte de la costa atlántica chubutense sobre el extremo noreste de esta provincia, desde Playa Unión, a la altura de la desembocadura del río Chubut, hasta el golfo de San Matías, en el sudeste de la vecina provincia de Río Negro.
Estos mamíferos que llegan a pesar 50 toneladas y a medir unos 15 metros de largo fueron aumentando en número y tiempo de permanencia en la zona, y en la actualidad se calcula que la mitad de la población mundial de esta especie llega a estas aguas cada año, con mayor presencia entre setiembre y octubre.
Puerto Pirámide es la única población de la reserva natural Península Valdés -declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por Naciones Unidas en 1999– desde donde parten las embarcaciones autorizadas para el avistamiento.
Fuente: Télam