En la actualidad, los servicios de mensajería instantánea y el correo electrónico, así como las redes sociales, son las principales maneras de vincularnos con nuestros seres queridos.
La tecnología ha transformado nuestra manera de comunicarnos. Sin embargo, las antiguas maneras de transmitir nuestras ideas y sentimientos, como las cartas de amor para enamorar, aún persisten.
A pesar de que muchas personas, frente a los avances tecnológicos, predicaron el fin de las antiguas formas de comunicarnos, en la realidad estas formas persisten y finalmente coexisten con las innovaciones. Una prueba de esto son las cartas de amor para enamorar escritas a mano.
Recibir un texto escrito de puño y letra de una persona que es especial nos continúa conmoviendo de una manera única. Ahora bien, ¿cómo lograr escribir un texto que llegue al corazón de quién amamos?
Cartas de amor para enamorar
Si bien los sentimientos son algo único, existen algunos recursos de escritura que son de mucha utilidad para cuando queremos lograr un escrito que comunique el mensaje adecuado y llegue al corazón del destinatario o la destinataria.
Afortunadamente, en internet existen muchos sitios web en los que encontraremos asesoramiento en relación a cómo producir textos que transmitan nuestros sentimientos de una manera clara y efectiva.
Con sólo utilizar el buscador, seguramente encontraremos cientos de tutoriales o guías a las que podemos recurrir para lograr una carta que se ajuste a lo que deseamos transmitir.
A continuación, repasaremos los pasos principales para lograr un escrito que llegue al corazón de esa persona a la que buscamos conmover.
Pasos para escribir una carta de amor
Al igual que con la mayoría de los escritos, lo primero que tenemos que definir antes de empezar a escribir una carta es cuál es el objetivo del texto.
Si logramos poner en palabras qué es lo que queremos lograr con nuestro escrito, nos será mucho más fácil producirlo y, lo que es más importante, estaremos más cerca de lograr que cada palabra que escribamos funcione como un mecanismo dentro de un sistema que responde al objetivo deseado.
Por esa razón, lo primero que tenemos que preguntarnos es ¿qué estamos logrando generar en el otro con nuestro texto? ¿acaso se trata de pedir perdón? ¿buscamos declararle todo nuestro amor o manifestarle todo lo que lo extrañamos?
Una vez que tengamos definido nuestro objetivo a la hora de escribir una carta, estaremos listos para ponernos manos a la obra.
Llega el momento más difícil que es empezar ¡A no desanimarnos! Hasta los escritores profesionales se enfrentan al miedo de la hoja en blanco. Se trata de un bloqueo que tenemos que romper para poder avanzar.
Una vez que empezamos a escribir, lo ideal es no detenernos, porque siempre habrá tiempo para reescribir. De hecho, el trabajo de escribir en realidad es 10% escribir y 90% reescribir. Por eso, lo importante es ponernos en marcha y no frenarnos a corregir pequeños detalles que nos bloquearán las ideas, sino escribir todo lo que pensemos y después tomarnos un tiempo para reescribir y corregir errores.
Con respecto al contenido, la única receta efectiva a la hora de escribir una carta de amor es que sea sincera. Si lo que estamos escribiendo refleja nuestros sentimientos y pone en juego nuestra intimidad al sincerarnos, seguramente terminaremos logrando un texto potente, que logrará conquistar el corazón de quien lo lea.
Una de las cuestiones que suelen surgir a la hora de producir cartas de amor es el miedo a ser demasiado romántico. Para lograr una carta que verdaderamente refleje nuestros sentimientos, debemos evitar que esta preocupación se interponga entre nuestros pensamientos.
Por el contrario, a la hora de escribir, debemos sentirnos seguros y orgullosos de nuestros sentimientos y manifestarlos abiertamente para hacerle saber a la persona que no ponemos reparos, sino que nos brindamos abiertamente a través de las palabras para hacerle llegar nuestros más profundos sentimientos de una manera sincera y desinteresada.
Por último, el cierre es importante. Nuestro texto debe tener una conclusión que deje un mensaje final. Puede ser simplemente un “te amo” o alguna otra frase que sintamos necesaria para cerrar el texto. Si tenemos habilidades de dibujo, sin dudas, este es el mejor momento para ponerla en práctica y cerrar con un bello dibujo que sintetice nuestros sentimientos.