Tras 26 meses consecutivos de contracción en el mercado inmobiliario, desde junio del 2018, la economía empieza a notar cierta reactivación, en parte tras la buena noticia de haber cerrado la primera negociación de la deuda.
Por tal motivo, hay tres claves previstas para pensar en la reanudación del sector luego de que termine la pandemia por motivo del coronavirus.
En primer lugar, se estima un sinceramiento de precios de oferta ya que los actuales no se ajustaron aún y siguen en máximos históricos, aunque los fundamentos ya no los convaliden.
La renta de un alquiler ronda el 1,5%, cuando el promedio histórico es mayor a 3%, la cantidad de salarios necesarios para comprar una propiedad se duplicó y solo se vende el 1% del stock de propiedades publicado.
Esto comenzó a impulsar un sinceramiento de los valores de oferta y quienes logren vender serán los que publiquen su propiedad a un precio entre un 15 y 20% por debajo del actual.
Por otra parte, la construcción hoy es más barata debido a que la devaluación que hubo durante 2019 hará que los departamentos que ingresen al mercado durante los próximos 12 a 18 meses lo hagan a un precio menor.
Por este motivo, se posicionarán como una oportunidad de compra atractiva y continuarán impulsando al mercado de los usados a la baja.
Por último los desarrollos inmobiliarios sirven como una forma de dolarizarse ya que durante los próximos 24 meses, en un mercado donde dolarizar las inversiones resulta complicado, los desarrollos inmobiliarios se presentan como una oportunidad.
Hoy, gran parte de los clientes ingresan a proyectos inmobiliarios como instrumento de inversión y de esta forma, es posible cancelar el ticket total en 24 o 36 cuotas en pesos, mientras que no solo el activo está nominado en dólares, sino que a la hora de venderlo se reciben dólares billete.