El abogado German Pugnaloni habló sobre las cuestiones técnicas que hay en el caso para comprender mejor la poscición de cada una de las partes y qué podrá pasar hasta que se dicte la sentencia.
A casi tres años del crimen que sacudió al país, los ocho acusados de haber matado a golpes a Fernando Báez Sosa durante la madrugada del 18 enero de 2020, a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, enfrentan el juicio en su contra desde este lunes.
En este marco, y con la primera audiencia ya terminada, el abogado German Pugnaloni habló en Radio Boing sobre las cuestiones técnicas que hay en el caso para comprender mejor la poscición de cada una de las partes y qué podrá pasar hasta que se dicte la sentencia.
“Es muy bueno y saludable que se transmita el juicio, salvo algunas partes como los testimonios. Es necesario que se les de publicidad, que la comunidad se pueda enterar cómo funciona un juicio”, fue lo primero que puntualizó
En esta línea, explico qué son todas las partes del proceso. “En cuanto a los roles, hay un fiscal que recolectó pruebas y entiende que el proceso puede terminar con una condena, por eso pide que se lleve a juicio oral. Ese letrado está ayudado además por la querella, que es la parte que representa a la familia en forma directa. El fiscal representa el interés público, mientras que el querellante los intereses particulares de los damnificados, pero el trabajo es conjunto entre ambos“, dijo.
“Esto no es un juicio por jurado, es a partir de un tribunal. Esto es decisión de los imputados, que claramente prefirieron que no los juzgue el pueblo por el delito que se los imputa”, sumó.
Por otro lado, habló sobre la posición de la defensa de los acusados. “Este es un juicio donde los responsables son evidentes. El propio abogado defensor afirmó que va a trabajar en una línea que no tenga que ver con la absolución de sus clientes sino que se buscará bajar la pena“, sentenció.
El famoso “Pacto de Silencio”
En la misma línea, Pugnaloni hizo hincapié en el conocido “pacto de silencio” por parte de los rugbiers. “Es un acuerdo que hicieron para que ninguno declare, pero hasta el último día del juicio todos tienen la posibilidad de hacerlo”, afirmó.
“El abogado a la vez podría hacer una defensa técnica de cada uno de ellos, desligando responsabilidades”, continuó.
Además, agregó: “Hay un montón de variables en el caso. Si el homicidio fue simple, la condena es de 8 a 25 años, y hay muchas circunstancias que lo agravan. Ya si el asesinato es calificado, ahí puede existir la pena de prisión perpetua”
Por último, cerró: “Será muy interesante cuando declaren los otros dos compañeros que quedaron en libertad. Tienen el riesgo de falso testimonio, hay que ver cómo trabajan el pacto de silencio”
“Todo lo que pasó hasta hoy para los jueces no existe. Es trabajo de los abogados y de las partes llevar las pruebas”, concluyó.