La gran duda de la actualidad es el repunte de la actividad económica, luego de una recesión importante y que toco piso en los últimos meses es importante conocer que necesita la actividad económica para comenzar a crecer. Una de las razones para que la economía pueda comenzar a despegar es observar el comportamiento de las importaciones que son la materia prima para la mayoría de los sectores de la economía doméstica.
Cuando observamos el comportamiento en los últimos 20 años de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones) notamos que los saldos son siempre positivos, es decir las exportaciones superan a las importaciones, y este fenómeno se da en todos los periodos independientemente de las distintos regímenes monetarios y cambiarios aplicados en cada gobierno.
Seguidamente viene la pregunta de rigor.
¿Pero si exportamos más que importamos por qué la economía no crece?
Porque la Argentina maneja la balanza comercial como una “caja de almacenero”.
Cuando sube el cobro de exportaciones (2003 – 2012), paga más importaciones. Cuando baja el cobro de exportaciones (2013 – 2020), paga menos importaciones.Cabe recordar que estos datos son del Banco Central que computa exportaciones cobradas e importaciones “pagadas” montos que difieren de los “devengados”. Cuando el valor de las exportaciones vuelve a subir (2021 – 2022), las importaciones pagadas también vuelven a subir. Cuando el cobro de exportaciones se desploma, el pago de importaciones también (2023 – 2024).
Gráfico 1. Balance comercial argentino
2003 – 2024
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
Entonces, la “caja del almacenero” siempre tiene más dólares por exportaciones que lo que pagó por importaciones (si quedan importaciones devengadas, pero no pagadas, es harina de otro costal). Por esto el balance comercial del Banco Central siempre es positivo; para tener dólares a fin de pagar los gastos de servicios, turismo y fuga de ahorros al exterior.
El punto neurálgico es que cuando tiene que pagar menos importaciones porque se le cae el cobro de exportaciones sufre el nivel de actividad económica. La razón: el 85% de las importaciones en Argentina son de bienes de capital, repuestos e insumos.
El nuevo desafío del gobierno es la salida del cepo, eso dará confianza en los mercados y seguramente vendrán nuevas inversiones, y eso no solo dependerá de la cantidad de reservas del BCRA, sino tambiéndependerá de que los argentinos estén dispuestos a repatriar sus dólares del exterior, invertirlos productivamente en la Argentina, tomar ganancias y reinvertir en la Argentina; si quiere ahorrarlos, que sea en Argentina.
Si la salida del cepo es para mandar el exiguo excedente de dólares comerciales que genera la “caja del almacenero”, la siguiente crisis cambiaria –sin el cepo– está a la vuelta de la esquina.
Sólo con argentinos confiando sus ahorros a la Argentina hace posible vivir sin cepo.
Para que todo esto ocurra el gobierno deberá ser convincente no solo con su programa económico sino también lograr un sustento político que le de gobernabilidad y pueda aplicar las reformas estructurales y de ordenamiento del estado para que este cambio sea sustentable en el tiempo y dar previsibilidad a todos los actores económicos.
Fuente: LP CONSULTING