Los nuevos espacios laborales buscan dar respuesta a las diferentes necesidades tanto humanas como de mercado y empiezan a pensarse para que convivan personas de diferentes generaciones: desde los baby boomers, la generación X y los millennials hasta los centennials.
El gran desafío de los desarrolladores contemporáneos de oficinas es proyectar, diseñar y armar espacios laborales que permitan sentirse a gusto a todos sus ocupantes y, además, que eso logre traducirse en una mayor y mejor producción.
Los analistas del sector coinciden en que el bienestar de los equipos de trabajo es el objetivo deseado por la mayoría de las compañías, pero esto no es cosa sencilla, dado que las diferentes generaciones tienen necesidades distintas; por ejemplo, los baby boomers y la generación X demandan una mayor privacidad, mientras que los millennials y centennials prefieren buenas conexiones y ambientes abiertos.
La búsqueda tanto de los arquitectos como de los líderes y directores de equipos consiste en la generación de espacios que sean confortables, saludables y sustentables; esto requiere repensar los sitios de trabajo, crear espacios flexibles y novedosos y estar atentos a las nuevas demandas tanto de los empleados como de las organizaciones.
ESCRITORIOS DESPERSONALIZADOS
María Cristóbal, CEO de BA Planning, firma especializada en el diseño interior de oficinas, plantea que los escritorios personalizados le están dando lugar a los puestos no asignados, “contemplando los cambios laborales y las nuevas reglas de juego en lo que respecta al mercado mencionado, son cada vez más los empleadores que están reemplazando la modalidad de un escritorio por empleado por una menor cantidad de espacios fijos disponibles para todos los trabajadores.”
Esta tendencia, que es fuerte en muchos países del Viejo Continente, se está comenzando a adoptar en el mercado laboral argentino; se trata de dejar de lado los cubículos, los escritorios con los nombres propios e ir tras espacios de trabajo auténticamente colaborativos, con puestos no asignados que resultan más eficientes y son grandes aliados a la hora de reconvertir las oficinas.
Pero no solo lo estético o la moda intervienen en esta decisión: “en momentos de crisis, donde también hay que economizar espacios, no tener un puesto por persona se traduce en ahorros operativos ya que necesita menos metros cuadrados de carpeta que alquilar”, comenta Cristóbal.
EL COWORKING LLEGÓ PARA QUEDARSE
Para Mariana Stossl, responsable de research de Newmark Knight Frank, el coworking es una de las tendencias que llegó para quedarse; “el aumento en la popularidad del trabajo colaborativo le dio una mayor relevancia a estos nuevos espacios que buscan reunir a las personas y potenciar su accionar, este tipo de lugares acelera la adopción de tecnologías que permiten las interacciones profesionales“, explica la especialista.
Según afirman especialistas, se observa un cambio cultural orientado a valorar más las experiencias que lo material, las empresas están respondiendo a este cambio de valor ofreciendo horario y ubicación flexibles a los empleados e incorporando servicios de oficina.
Son épocas donde las experiencias les ganan a las posesiones, dicho de otra manera, es factible que los trabajadores disfruten más de una barra de café de alta gama o un simulador de golf que de un escritorio fijo.
SENTIRSE COMO EN CASA
Otro de los objetivos de las grandes empresas es hacer que los nuevos diseños de espacios de trabajo hagan sentir a sus empleados como en casa, “para ello se incorporaron no sólo elementos de diseño residencial sino también colores y texturas, con el objetivo de convertir los espacios de trabajo en lugares acogedores y confortables”, revela un informe realizado por la firma Newmark Knight Frank.
Las oficinas convencionales están quedando obsoletas y poco prácticas para afrontar el escenario del futuro; la tecnología y los hábitos sociales dan paso a nuevas herramientas laborales que, poco a poco, comenzaron a cambiar el escenario laboral.
SALAS VIRTUALES
Actualmente los empleados buscan formas de trabajar más intuitivas y sencillas y les reclaman a las empresas trabajo colaborativo y recursos disponibles y por practicidad son cada vez más utilizadas herramientas de reuniones virtuales, chats y redes sociales.
De hecho, en los últimos años, aparecieron aplicaciones sofisticadas que están dirigidas a un entorno corporativo, como Slack o Skype for Business, que vienen a sustituir el uso del whatsapp como herramienta laboral; las redes sociales habilitaron plataformas con fines administrativos y profesionales para gestionar trabajos colaborativos como: Workplace, de Facebook, y Microsoft Teams.
Con la aparición de estas herramientas, que buscan la practicidad diaria, los espacios de oficina comenzaron a replantearse que las salas de reuniones tienden a adaptarse a los nuevos usos y costumbres, estos espacios, al igual que los lugares para almacenar documentos físicos, tienden a reducirse.