Después de seis horas de audiencia en el Centro de Justicia Penal, se decidió que el presidente de Vicentín, Omar Scarel, recupera su libertad. La imputación presentada por los fiscales Sebastián Narvaja y Miguel Moreno por una presunta desobediencia de una orden judicial por parte del empresario al vender las acciones de Vicentín en Renova, estando inhibida la firma para hacerlo, continuará con una investigación en la que Scarel estará libre.
El debate fue conducido por el juez Nicolás Foppiani, en la sala 9 del CJP y comenzó apenas pasado el mediodía. Junto a Scarel, acompañándolo aunque no estaban acusados hoy, estuvieron varios integrantes del directorio de Vicentín.
La resolución del juez
Pasadas las 18 hs y tras dos cuartos intermedios, Foppiani dijo: “Me resulta difícil pensar que lo que hizo Scarel haya sido una conducta atípica, aunque no quiero resolver acá esa controversia. Digo que era imposible que se termine haciendo la venta porque iba a pasar lo que pasó. Los fiscales reaccionaron, como podrían haber reaccionado acreedores u otras instituciones vinculadas, como la AFIP. Pero era un delito imposible. Yo soy respetuoso de que la Fiscalía pueda imputar e investigar. No estoy determinando ahora si la conducta de Scarel fue o no atípica. A los efectos de ver si hay peligrosidad procesal por la comisión de un nuevo delito, tengo dos interpretaciones: la de Fiscalía y la de la defensa. Cuesta pensar que se haya intentado un delito tan burdo con una compra venta por 300 millones de dólares con toda la sociedad mirando. Publicar en Internet en el sitio del concurso una propuesta que violaba una cautelar, más allá de que haya sido un contrato enmarañado, me parece que era imposible que se hubiese materializado”.
Lo dicho por las defensas y fiscales
Los abogados de Scarel habían planteado que la medida dispuesta por los fiscales de detener al directivo de Vicentin el martes no se justificaba, porque no había existido venta, sino que estaba todo sujeto a homologación del juez del concurso preventivo, Fabián Lorenzini.
Uno de los letrados de la defensa, Daniel Cuenca había cuestionó tras escuchar al fiscal Moreno, que había recordado las maniobras de Vicentín en 2019: “¿Por qué vuelven a la audiencia de octubre? Están repitiendo cosas que ya dijeron. Ya hablaron de conversaciones telefónicas. ¿Vamos a seguir con ese estigma inicial? ¿Cuál es la peligrosidad del señor Scarel? Yo pensé que iban a decirme que se estaba por tomar algún buque”.
El otro abogado defensor, Jorge Ilharrescondo, había planteado: “No hubo venta. No hubo desobediencia. Quieren privar de la libertad a Scarel para calmar a las fieras. Todo lo que hizo fue ejercer su derecho como presidente. El hecho que mi cliente haya tenido una inhibición, lo torna un delito imposible. ¿Dónde está la peligrosidad procesal?”.
Antes, había sido el turno de los fiscales de presentar la imputación. Miguel Moreno había dicho: “El señor Scarel es una especie de ilusionista. Nos muestra cosas que parecen ser otra cosa. Otro hecho que muestra su instigación de falsedad ideológica: en escuchas de los días de la caída de Vicentín en 2019, hablaba con un abogado y le preguntaba cómo hacer para blanquear 200 mil dólares que tenía su hijo en una caja fuerte”.
Por su parte el fiscal Narvaja al presentar la imputación había destinado un largo momento a analizar un documento presentado al juez Fabián Lorenzini, que lleva adelante el concurso de la empresa.