El equipo de Klopp jugó en un nivel superlativo y goleó 4 a 0 al conjunto catalán.
Nadie hubiera pensado que el último mano a mano en el Camp Nou, cuando Messi le sirvió la definición a Dembelé que terminó alcanzándosela en las manos al arquero Allison, iba a ser tan importante. Nadie imaginaba que aquel maravilloso Messi este martes iba a ser uno más; tampoco se esperaba que el Liverpool podía dar vuelta la historia para llegar a una clasificación histórica y jugar de esta manera su novena final de la Liga de Campeones. Y menos aun cuando de antemano los “Reds” habían perdido a su estrella Mohamed Salah y su ladero Firmino, otro jugador muy importante en la estructura.
Si uno cree que esto es una mera situación del destino y que el fútbol tiene estás sorpresas guardadas seguramente no vio los 180 minutos de esta semifinal, porque a fuerza de ser sinceros y más allá de las goleadas respectivas en las dos canchas, el equipo inglés superó al conjunto catalán siempre. Lo ahogó, lo dejó sin variantes, anuló a sus figuras y definió cada movimiento y situación a la perfección.
A pesar que el equipo encabezado por Lionel Messi tuvo, sobre todo en el primer tiempo, varias situaciones como para definir la serie; una de ellas en los pies de su capitán que esta vez falló en la definición, no pudo llevarse el triunfo ni él ser tan determinante como lo hizo en el partido de ida.
Origi a los 7 minutos ya le daba la ventaja al Liverpool y los hinchas que pensaban que el milagro era posible, pero tuvieron que esperar hasta los primeros minutos del segundo tiempo para que Wijnaldum ponga el dos a cero y la hazaña quedaba a la vuelta de la esquina.
Y lo increíble llegó, con un equipo a la medida de su entrenador Jurgüen Klopp como aquel Borussia Dortmund que también marcó un momento, después de un centro de Shakiri nuevamente Wijnaldum pero esta vez de cabeza ponía la serie totalmente igualada. Pero la frutilla del postre llegó faltando once minutos cuando Arnold se aviva ante una siesta eterna de la defensa catalana a la salida de un corner para que Origi ponga el 4 a 0 y el delirio histórico.
El Liverpool ya está instalado en el Wanda Metropolitano de Madrid para jugar la final, y espera a su rival que saldrá del partido que este miércoles disputen Ajax frente al Tottenham, con ventaja para el equipo holandés (1-0) lograda en Inglaterra. El encuentro comenzará a las 16 y será transmitido por Fox Sports.
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