Los cambios de denominaciones de los países, una constante en los últimos 50 años

Varias naciones de diferentes continentes modificaron su nombre a lo largo de la historia. El último fue Holanda, que pasó a llamarse Países Bajos.

El reciente cambio de nombre a Países Bajos de la ahora ex Holanda, la mudanza de Macedonia a Macedonia del Norte hace apenas meses y el amago de Rodrigo Duterte de promover el cambio de denominación de Filipinas reactiva el curioso engranaje de los países que mudaron su título, a veces como resultado de procesos complejos y a menudo como simples reacciones.

Holanda dejó 2019 como tal e ingresó a 2020 como Países Bajos, cambio que ya informó por carta a la ONU, que dispuso de inmediato la puesta en marcha de la maquinaria para todos los cambios de cartelería y documentación oficial.

También en febrero del año pasado Macedonia se transformó en Macedonia del Norte, luego de un trabajoso acuerdo con Grecia, que reclamaba el cambio de denominación de esa ex región yugoslava ahora independiente, porque su nombre coincidía con el de una provincia griega del norte.

Además, otros dos países piensan cambiar sus nombres, en ambos casos por los resabios de colonialismo que conllevan sus actuales denominaciones: Filipinas e Islas Cook.

Por otro lado, un caso llamativo es el de la República Checa: inscripta como tal en 1993, tras separarse un año antes de Eslovaquia -con la que conformaba Checoslovaquia-, informó a la ONU que desde mayo del 2016 adoptaba la versión Chequia, aunque nadie usa esa denominación breve.

Un repaso de modificaciones de los últimos 50 años muestra este cuadro:

– Burkina Fasso: la ex colonia francesa se independizó en 1966 con el nombre de Alto Volta, pero en 1984 pasó a llamarse Burkina Fasso, que significa “tierra de la gente incorruptible”.

– Esuatini: es uno de los últimos cambios, de abril de 2018, en coincidencia con el 50º aniversario de Suazilandia. La decisión fue del rey Mswati III, que argumentó que quería sacar de la denominación el sufijo inglés “land”. Otras ex colonias habían adoptado decisiones similares antes (Togoland es ahora Togo y Bechuanaland es ahora Botswana).

– Benín: fue el Reino de Dahomey y fue colonia francesa. Se independizó en 1960 y ya como república, en 1975, adoptó el nombre Benín, por el golfo sobre el que se recuesta.

– Myanmar: la junta militar que dio un golpe de Estado en Birmania en 1989 impuso la denominación Myanmar, nombre oficial ahora para la ONU, aunque algunos países aún lo rechazan.

– República Democrática del Congo: ex colonia belga, se declaró independiente en 1960. De 1971 a 1997 el nombre oficial fue Zaire, por decisión del dictador Mobutu Sese Seko. Pero cuando Laurent-Désiré Kabila se quedó con el gobierno volvió a la denominación anterior.

– Sri Lanka: fue Ceilán aún durante las ocupaciones portuguesa y británica, y recién en 1972, después de 24 años ya independiente, cambió su nombre a Sri Lanka. Lanka era el antiguo nombre de la isla asiática.

– Zambia y Zimbabue: surgieron de la ex Rodesia, una colonia cuyo nombre se debía al empresario y colono británico Cecil Rhodes. Primero fueron Rodesia del Norte y Rodesia del Sur, y cuando se independizaron se convirtieron en Zambia (1964) y República de Rodesia (1965). En 1980, este último territorio pasó a ser Zimbabue.

– Namibia: fue una colonia alemana que luego Sudáfrica administró como una provincia bajo el nombre de África del Sudoeste, hasta su independencia, en 1990, como Namibia.

Télam