Rosario y la región se mantiene bajo alerta rojo por temperaturas extremas, lo que genera un verdadero riesgo para la salud de la población.
Desde que comenzó el verano hasta esta parte, Argentina en general estuvo azotada por calores extremos, con niveles que superaron los de años anteriores. La becaria posdoctoral del CONICET especializada en olas de calor, Tanea Coronato, dialogó con Andrés Cánepa por Radio Boing donde explicó el fenómeno.
“Es importante saber qué es una ola de calor. Tienen que ser por lo menos tres días donde los valores de temperatura máxima y mínima exceden los umbrales en determinada localidad. Es normal que existan olas de calor en verano o primavera. Ahora estamos viendo que esta temporada hubo ocho olas de calor, cuando lo normal son dos o tres”, comenzó destacando.
Continuando por esa línea, Coronato añadió: “Estamos viendo las consecuencias del cambio climático, que está promoviendo que sean más intensas y más duraderas. Los gases de efecto invernadero hacen que tengamos una temperatura mayor a la que tendríamos si no existiesen. Esto produce un aumento sistemático de la temperatura”.
“Lo que cambia en sí es que hay un aumento en la temperatura media global. Si uno mide año a año la temperatura de la tierra, hay una tendencia a que la temperatura vaya en aumento. Eso produce además una mayor cantidad de eventos extremos: tenemos olas de calor más intensas y cuando tenemos eventos fríos también son más fríos”, agregó.
“Podemos tener lluvias más intensas, como en el hemisferio norte que hubo inundaciones por ejemplo en China y Alemania, lo mismo que la sequía”, destacó.
En ese sentido, sostuvo: “Ahora la sequía está muy pronunciada porque venimos del tercer año consecutivo viendo el efecto de ‘La Niña’. Todas estas condiciones se empiezan a superponer, agravando las olas de calor. Es importante tomar consciencia de la cantidad de gases invernaderos que inyectamos la atmósfera”.