Los números de mayo dicen que el Gobierno está muy jugado con la meta fiscal del FMI

Los ingresos tributarios y el gasto primario tienen una dinámica con tendencia creciente, incluso por encima de la inflación. Esta senda no es sostenible. El déficit fiscal sigue creciendo y se ve difícil de que en junio se pueda cumplir con la meta fiscal del FMI. Las razones son las internas del gobierno que generan el desorden del gasto público.

Salieron los números fiscales del Estado nacional correspondiente a mayo. Lo primero que llama la atención es que los ingresos tributarios crecieron a razón del 76% interanual, bien por encima de la inflación de mayo que se ubicó en 61%. De todas formas, el impuesto más directamente ligado a la actividad económica interna – que es el IVA-DGI – creció 66% lo cual sería consistente con una inflación del 60% y un crecimiento real de aproximadamente 5% interanual que es lo que creció la actividad económica en marzo. Es posible que esa tasa de recuperación se haya mantenido en mayo también.

Lo que termina de encender las alarmas es que el gasto primario viene subiendo bastante por encima que los ingresos tributarios y, además, lo hace de manera acelerada. En el gráfico debajo se puede ver la senda creciente desde enero, que creció a razón de 57% interanual, y en mayo ya está en el 88% interanual, con todos los meses en el medio de aceleración. Tener una dinámica creciente en las cuentas públicas, con gastos que crecen más que los ingresos y ambos más que la inflación no es una senda sostenible.

Dinámica de las cuentas públicas del Estado nacional

 

Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía

Esto obviamente se traduce en un déficit primario también creciente. El déficit en mayo fue de $160 mil millones que representa prácticamente el doble en términos nominales que el nivel que traía en promedio entre febrero y abril. En términos de porcentaje de los ingresos tributarios en mayo se ubica en el 16%. Este porcentaje tampoco es sustentable porque los ingresos tributarios representan el 90% de los ingresos totales, siendo el 10% ingresos por rentas de la propiedad y otros ingresos.

La suma de los déficits primarios de los primeros 5 meses del 2022 arroja $434 mil millones, un nivel que representa el 92% del proporcional en 5 meses de la meta con el FMI. El punto es que el Ministerio de Economía ya comunicó que a partir de mayo sólo computará como ingresos no tributarios la diferencia de valoración sobre la par en colocaciones de deuda pública por un equivalente a 0,3% del PBI. Esto implica que, si se descuenta como ingreso no tributario el exceso de dichas rentas por encima de este porcentaje, el déficit primario sube a $471 mil millones que equivalen al 100% del proporcional de la meta con el FMI. Siendo así, el déficit primario en junio no debería ser mayor a $133 mil millones a fin de cumplir con la meta del FMI en el 1° semestre del 2022. Es desafiante la meta porque implica reducir o mantener el déficit fiscal en el nivel de mayo, cuando junio tiende a ser un mes más deficitario por efecto de los aguinaldos.

Déficit primario del Estado nacional

Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía

Aquí surge la pregunta sobre qué chances hay de contener el déficit primario en junio. Para contestarla sirve observar el gráfico de abajo que muestra que la dinámica creciente del gasto responde, aparentemente, al desorden que hay en el gobierno en la toma de decisiones de gasto público. Los dos principales gastos del Estado que son inflexible a la baja, que son las jubilaciones y los salarios, y que representan el 50% del gasto primario, tienen una dinámica creciente, con las jubilaciones creciendo al 66% y los salarios al 79% interanual.

Luego dos gastos que pueden ser gestionados con bastante discrecionalidad, con lo cual serían los candidatos a ser ordenados para contener en el corto plazo el crecimiento del déficit fiscal, son los planes sociales que maneja el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) y los subsidios a la energía. Cada uno de estos gastos representan 10% del gasto primario, o sea que entre ambos hacen un 20% del gasto primario. Lo que se observa es que sus crecimientos son impredecibles.

Principales gastos corrientes del Estado nacional

Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía

Los subsidios a la energía crecieron muy fuerte en marzo y abril, en mayo se desaceleran, pero no fue porque se tenga una política tarifaria más racional sino porque hay claros indicios que desde el Ministerio de Economía se difieren estos pagos o bien se busca recursos por fuera del Tesoro (algunos rumores indican que los fuertes movimientos que hubo en los fondos comunes de inversión del Banco Nación habría respondido a esta política).

Por el lado de los planes del MDS el fuerte crecimiento que se da en abril y mayo responde al aumento que en los montos de la tarjeta alimentaria y del plan Potenciar Trabajo que está definido como el 50% del salario mínimo, vital y móvil, además de que aumenta la cantidad de beneficiarios por las presiones de los grupos piqueteros en las inmediaciones de la sede del MDS en la Ciudad de Buenos Aires.

En otras palabras, se ve claramente en el comportamiento errático de las cuentas públicas el resultado de las intensas y permanentes internas que hay en el gobierno. Mientras tanto, el Banco Central sigue subiendo las tasas de interés de política monetaria (Leliq). En enero era de 48% y en mayo ya estaba en 62%. Ahora en junio ya está en 66%.

Al Banco Central no le queda otra que seguir subiendo la tasa de interés, mientras siguen las internas y el consiguiente desorden fiscal, para tratar de mantener la monetización de la economía a sabiendas que en la 2° mitad del 2022 va a tener que volver a emitir.

Fuente: LP CONSULTING