El equipo de Mario Ledesma obtuvo un trabajoso y meritorio empate ante Australia 15 a 15. Argentina en una semana le ganó a Nueva Zelanda y le empató al conjunto australiano, resultados magníficos, ante dos potencias del deporte.
El seleccionado de rugby de Argentina, Los Pumas, logró este sábado por la madrugada un trabajoso y meritorio empate 15 a 15 ante Australia (PT 9 a 6 para los oceánicos), en un partido válido por la cuarta fecha del torneo Tres Naciones que se desarrolla en tierra australiana y en el cual cedió el protagonismo en gran parte del desarrollo.
El encuentro se jugó en el McDonald’s Jones Stadium de Newcastle, con Paul Williams (Nueva Zelanda) como árbitro, quien le mostró tarjeta amarilla a Julián Montoya de Argentina.
Los Pumas volverán a presentarse el sábado próximo ante Nueva Zelanda, nuevamente desde las 5.45 y en el mismo escenario.
Los tantos de Argentina, que había debutado hace siete días venciendo a los poderosos All Blacks por 25-15, se concretaron con cinco penales marcados por Nicolás Sánchez, mientras que los Wallabies sumaron igual cantidad de penales por parte de Reece Hodge.
Tras culminar la cuarta fecha del certamen Argentina (dos partidos jugados), Australia (tres) y Nueva Zelanda (tres) suman seis unidades.
Sigue haciendo historia
Argentina sigue haciendo historia, esta vez ante Australia, en un partido en el cual fue dominado durante gran parte de su desarrollo, pero logró empatarlo e incluso pudo ganarlo en la última jugada.
En otro momento el 15-15 hubiese sido largamente festejado, pero hoy provocó una mesurada alegría porque estos Pumas dirigidos por Mario Ledesma quieren más e irán por más.
El 6-9 en contra en la primera etapa fue un resultado mentiroso porque Australia fue dominador del desarrollo, teniendo casi exclusiva posesión del balón, ante una Argentina que falló en la obtención y además perdió en las formaciones fijas.
Si Australia no plasmó el dominio en la diferencia del marcador fue por sus propias falencias y por los constantes errores que comete en los metros finales del ataque que frustran la buena gestación de juego previa.
Los Pumas, al contrario de los realizado ante Nueva Zelanda, cometieron muchas infracciones, en un desprolijo desarrollo, no presionaron lo suficiente y como si fuera poco perdieron a un importante valor como Juan Imhoff, quien sólo jugó 14 minutos a causa de una lesión muscular.
Pero con estos Pumas, que sintieron el desgaste del partido pasado, nunca hay que entregarse y ese 6-15 se transformó en un 15-15, gracias a las infracciones cometidas por los Wallabies y la efectividad de “Nico” Sánchez, autor de los 40 puntos que lleva convertidos el equipo en el certamen y que suma 126 tantos en total frente a Australia a lo largo de la historia.
Un final a la altura de un gran torneo
En el final llegó el turno de la insalvable cuota de dramatismo, con la lluvia y el resultado incierto. Fue cara o ceca y pudo ser de Australia cuando Reece, quien ostentaba una efectividad de 5 de 5, falló un penal a tres minutos del epílogo.
Pero también pudo ser de Argentina con el tiempo ya cumplido. Pablo Matera pudo patear la ovalada afuera y concretar el final del partido, pero el capitán quería más y puso un kick en los metros finales del campo australiano que no pudo ser capitalizado por Santiago Cordero por el mal pique cuando estuvo a centímetros de apoyar lo que hubiera sido un try y la victoria,
Argentina en una semana le ganó a Nueva Zelanda y le empató a Australia, dos resultados magníficos para un equipo sin actividad durante 402 días. No se jugó en el mismo nivel que ante los All Blacks, es una realidad, pero no se puede repetir un nivel tan alto cada semana y aún así Los Pumas volvieron a hacer historia.