Tras aquella icónica presentación en el mes de abril, Manuela “Manu” Martínez vuelve, otra vez, a deleitar al público local con un show propio. Además de acompañar a su papá, Andrés Ciro Martínez en los recitales que se encuentra brindando en la ciudad con su banda Ciro y Los Persas, la joven cantautora y guitarrista se subirá con banda completa en el escenario de Casa Brava (Pichincha 120).
¿La cita? Este jueves, 28 de diciembre, desde las 21:30. Con entrada libre y gratuita, el acceso es con reserva previa a través del Instagram de la productora Agua de Río.
A lo largo de su carrera y con escasos años supo participar con su guitarra del hit “Vas a bailar” de Ciro y Los Persas y, posteriormente, formó parte de las canciones “Me gusta”, “Luz” y “Dice”. El talento se seguía construyendo y, en el mientras tanto, fue componiendo cada una de las piezas que hoy conforman su primer álbum, “Diecinueve”. A comienzos de agosto, lanzó el videoclip oficial de uno de sus tracks, “Fuimos”, del que participó su hermana, la actriz Katja Martínez.
Además de acompañar a su papá y su banda en algunas presentaciones sobre los escenarios más emblemáticos del país, Manu fue abriéndose paso para presentarse sola en la edición online de Quilmes Rock, Billboard, Cosquín Rock, Mastai, Movistar Fri Music. A su vez, ofició de telonera de artistas como Benjamín Amadeo, Chiara Paravicini y Molotov.
En diálogo con IMPULSO, Martínez se sinceró: “Al principio me costaba un poco subirme a los escenarios y soltarme. Es mucha gente y que capaz va a ver el show de mi viejo y no están esperando que yo suba y haga mi música que es más ‘tranca’. Me daba un poco de inseguridad eso. Pero ahora estoy muchísimo más suelta y la gente es re buena onda. Cada vez que no toco me dan ganas de tocar, me encanta también tocar en los shows de mi viejo y recibir los aplausos de la gente”.
“DIECINUEVE”: CREAR, PROCESAR Y COMPARTIR(SE)
Son 12 las canciones que forman parte del disco. La composición de las mismas data, justamente, de un proceso que arrancó a sus 12 años de edad, en donde una pequeña Manu escribía junto a su mamá. Sobre ello, detalló: “Me di cuenta de que eso me generaba mucho placer. Y, a medida que fueron pasando los años, me di cuenta de que era mi pasión y que si no intentaba hacer música me iba a arrepentir. Entonces, el último año de colegio decidí que iba a estudiar pero que también iba a hacer el camino de la música, probar a ver qué salía“.
Una vez realizadas las canciones, y con esa seguidilla de años que la vieron crecer y anclarse cada vez más en la expresión musical como modo de ser y estar en el mundo, Manu se dispuso a compartirlas con el productor Nico Cotton. “Armamos carpetas y, a partir de ahí, él hizo los arreglos de los temas. La verdad es que fue difícil procesar eso de ceder mis temas y aceptar el cambio, que obviamente fue para mejor, pero yo venía muy acostumbrada a la estructura que tenía en sí misma cada canción”, recordó.
Así, sin saber exactamente qué buscaba y qué quería, o cómo quería que eso sonara, se adentró en las profundidades del trabajo en equipo, del que también formaron parte su papá, su tío Joaquín -que también es su baterista- y el resto de músicos: “Me ayudaron y calmaron mucho cuando estaba angustiada o con mucha ansiedad. De ahí el resultado fue hermoso, me encantó como quedó y quedé muy contenta. Ahora que ya sé como es el proceso, me encantaría sacar música nueva y volver a pasar por esa experiencia”.
ROSARIO, PÚBLICO FIEL
Sorprendida de la repercusión de sus materiales en el público local, la artista se confesó con “muchas ansias” de tocar en el escenario de Casa Brava. “Este jueves vamos a estar haciendo la mayoría de los temas de mi disco, pero además va a estar la banda completa, incluyendo al tecladista que es un genio y suma muchísimo. Rosario me encanta, la vez que vine la gente fue muy copada, se sabían las canciones”.
Y concluyó: “No toqué mucho, pero hasta ahora, los rosarinos son mi mejor público. Son realmente muy buena onda, aplauden todo, estoy muy muy contenta y con muchísimas ganas de tocar”.