Durante la primera jornada del juicio, los fiscales habían manifestado: “Para nosotros, la materialidad del hecho está más que acreditada con cámaras de seguridad del momento del asesinato y datos tecnológicos de dónde estaban las personas en esas horas”.
Los fiscales, Adrián Spelta y Gisela Paolicelli habían solicitado prisión perpetua para Panero, ya que había sido considerado el autor material, para Soso y Denoya como coautores funcionales.
Todos fueron vinculados a un plan de terminar con la vida del preparador físico. En el marco de un conflicto con Priscila Donoya por el régimen de visita de su hija, Guenchul murió el 23 de julio de 2019 por un disparo en la cabeza.
El entrenador se había retirado del gimnasio donde trabajaba en Mendoza al 4900 y se dirigía a la parada de colectiva ya que se debía volver a la casa de su novia. Antes de llegar, fue abordado por un hombre que, a punta de pistola, lo obligó a que doble por Sucre y caminar 30 metros antes de dispararle. Uno de los disparos fue a la cabeza.
La defensa había alegado que el objetivo era “amedrentar a Guenchul para evitar que “él termine cometiendo un femicidio”. Por su parte la familia de la víctima manifestó que no quiso que su ex pareja ejerciera la paternidad de la hija y por lo tanto armó un plan criminal junto a su pareja actual, Santiago Soso.