Además de la clásica entrega de premios a lo mejor de la industria de la música a nivel mundial, los Grammys se lucen por su variedad y calidad de performances en vivo con las y los artistas más buscados del momento. La edición 64, celebrada este domingo, no fue la excepción.
En tal sentido, el escenario del MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, inició la ceremonia con el dúo compuesto por Bruno Mars y Anderson .Paak. Silk Sonic “dio sala” con su funk ultra setentoso “777″. Inmediatamente y tras una breve intervención del host, Trevor Noah, Olivia Rodrigo bajó en vivo de un automóvil para entonar “Driver license“, canción con la que más tarde obtendría el galardón a “Mejor actuación pop en solitario”.
¿QUÉ MÁS PUES?
Los ritmos latinos coparon el tercer show, a través de J Balvin con dos de sus hits. Uno de ellos, “¿Qué más pues?”, que canta junto a la argentina María Becerra y a quien invitó especialmente a acompañarlo en la velada. Tras el ingreso de la oriunda de Quilmes, los gritos y aplausos mostraron cuán querida es la joven artista en suelo estadounidense. Cabe recordar que recientemente estrenó material junto a Sofía Reyes y en breve saldrá su colaboración junto a Camila Cabello.
Sin dudas, la primera presentación de un artista del país en los Grammys no será la última, y tampoco será la última de María, quien fue dispuesta a que las puertas se abran para un sinfín de sorpresas más que continúan mostrando la calidad y el talento de las y los argentinos.
Luego llegó el turno de los ídolos del Kpop, BTS. Además, Lil Nas X impactó con su show, incluyendo la colaboración con Jack Harlow que no dudó en acompañar en vivo.
Posteriormente, la disruptiva Billie Eilish volvió a encantar con una nueva performance, esta vez junto a su hermano Finneas y con un look muy especial. La artista realizó su presentación luciendo una remera con el rostro de Taylor Hawkins.
También se presentaron Brandi Carlile, Nas, el premiado Chris Stapleton y John Legend. Este último, presentado por Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, que estuvo acompañado de su coterránea, la poetisa Lyuba Yakimicki.
Luego llegó el turno de Lady Gaga, tras una emotiva presentación de Tonny Bennett desde su casa. La cantante interpretó “Standards”, material que forma parte del segundo álbum que ambos artistas realizaron en conjunto.
“Este es el momento que tendríamos que presentar a los Foo Fighters”, indicó Trevor Noah al micrófono. Junto a un sentido aplauso, las pantallas se iluminaron para mostrar algunas de las miles de imágenes de la banda con Hawkins como protagonista.
Tras la emotiva recopilación, se dio lugar al recuerdo de las y los artistas y ejecutivos de la industria musical fallecidos durante el último año.
CIERRE DE LUJO
Jon Batiste, uno de los favoritos de la noche, ingresó al escenario con capa de príncipe y traje plateado, sentándose así al piano para mostrar sus destrezas. “Freedom”, uno de sus hits, es un homenaje a la comunidad LGBT negra, recorriendo desde las tribus africanas a la cultura afroamericana.
Minutos más tarde, el momento Belieber de la noche llegó con Justin en escena listo para entonar “Peaches” junto a Danie Caesar y Giveon. “Antes del Covid-19 teníamos a la fiebre Bieber”, alcanzó a anunciar el host entre risas. Por su parte, H.E.R. sorprendió con una versión de uno de los clásicos de Lenny Kravitz, “Are you gonna go my way”, con su propio autor en el escenario y el baterista Travis Barker (Blink 182).
Finalmente, la cantante de música country Carrie Underwood estrenó su power ballad “Ghost story” en escena y, para culminar la gran noche, el dúo de este mismo estilo, Brothers Osborne, interpretó “Dead man’s curve”.