Todo ocurrió de la noche a la mañana, la necesidad de dinero de manera urgente, la deuda con los jugadores y el conflicto con los empleados más la falta de una venta aceleraron la salida de la última esperanza de las inferiores de Rosario Central, Maximiliano Lovera.
El enganche formoseño acordó su contrato y ya este jueves partió rumbo a Grecia para sumarse al Olympiacos.
Por Lovera al equipo auriazul le ingresan unos 2,8 millones de euros limpios por el 80% a lo que se podrían sumar 700 mil más en bonus por objetivos deportivos. El club se queda con un 10% y el jugador con el 10% restante.
Entre los bonus estarían la cantidad de partidos que dispute el jugador, la clasificación del equipo a la Liga de Campeones de Europa, y hasta puede haber alguno por la cantidad de goles que convierta.
Claro que no es todo color de rosa, la salida de un jugador que fue de menor a mayor en este arranque de Superliga Argentina no cayó para nada bien en el entrenador Diego Cocca que pierde una pieza muy importante en la estructura, por eso la dirigencia a través de Rodolfo Di Pollina su presidente, el vice Ricardo Carloni, y el tesorero Adrián Raguzza, se reunieron este jueves temprano con el entrenador en Arroyo Seco, lugar en donde la institución de arroyito tiene su predio de entrenamiento, para explicarle la situación.
LO QUE VIENE. Pensando en el partido del domingo y ante la salida de Lovera el técnico se inclinará por Lucas Gamba para reemplazarlo, mientras que se mantendrán los otros diez jugadores que disputaron los partidos anteriores. El probable iría con Ledesma; Molina, Caruzzo, Barbieri y Britez; Rius, Rinaudo, Gil y Zabala; Gamba y Riaño.